El encuentro que animaron Italia y Croacia en el Leipzig Stadium fue uno de los más atractivos de la Eurocopa. Es que los equipos que se vieron las caras en la tercera fecha del Grupo B debieron dirimir el segundo puesto para ver quién acompañaría a España a los octavos de final.

El dominio absoluto del combinado liderado por Zlatko Dalic expuso el temor a la derrota que sentía la Azzurra, dado que el empate le garantizaba al elenco de Luciano Spalletti quedar como escolta del seleccionado ibérico.