En la pequeña localidad de Augusto Corrêa, en el noreste del estado de Pará, un encuentro deportivo que había convocado a vecinos y familias terminó en conmoción colectiva. Durante la definición por penales de los Juegos de la Semana de la Patria 2025, el arquero Antonio Édson dos Santos Sousa, de 31 años y conocido en la cancha como «Pixé», detuvo un lanzamiento decisivo y celebró la atajada con los pulgares hacia el cielo. Minutos después, y cuando todavía se vivía el pulso del festejo, se desplomó repentinamente en brazos de un compañero.

Las cámaras del torneo registraron la secuencia con claridad: la estirada, la contención y, segundos más tarde, la caída. Lo que comenzó como un gesto de triunfo se transformó en alarma. Jugadores y espectadores invadieron la cancha para prestar auxilio; dentro del gimnasio Zezinho de Freitas se realizaron maniobras de reanimación y el arquero fue trasladado de urgencia al hospital São Miguel. Pese al esfuerzo del personal sanitario, los médicos confirmaron poco después su fallecimiento.

Murió celebrando: arquero de futsal sufrió un paro tras atajar un penal

En la comunidad quedó la incertidumbre sobre las causas exactas del episodio. Entre las hipótesis circulan la posibilidad de un accidente cerebrovascular o un paro cardiorrespiratorio, pero será la autopsia la que determine con precisión el desencadenante de la súbita muerte de Pixé. Mientras tanto, el hecho añadió un matiz de tristeza y desconcierto a una competencia amateur que, hasta ese momento, era motivo de encuentro y celebración.

La noticia generó reacciones locales y regionales: amigos, compañeros de equipo y vecinos lamentaron la pérdida de un jugador reconocido en el circuito municipal, y las autoridades deportivas y sanitarias aguardan los resultados de los peritajes para aclarar el episodio. En medio del duelo, la comunidad afronta ahora la tarea de despedir a un joven cuya vida terminó en el mismo escenario donde acostumbraba a respirar la pasión por el deporte.