Boca Juniors debutó en el Mundial de Clubes con un empate 2-2 frente a Benfica, un encuentro notable no solo por el resultado sino también por la presencia de dos argentinos destacados en el equipo portugués: Ángel Di María y Nicolás Otamendi. Di María fue clave para la reacción de Las Águilas tras un comienzo adverso, mientras que Otamendi, conocido hincha de River, tuvo un papel decisivo al provocar un penal y anotar el gol que igualó el marcador.

El partido tuvo un sabor especial para Otamendi, quien en los últimos años ha expresado abiertamente su simpatía por River Plate. Esto generó una reacción intensa de los hinchas de Boca, que lo recibieron con silbidos desde su llegada y durante todo el partido. En diálogo con la prensa, Otamendi comentó sobre su festejo: "Todo el mundo sabe que soy hincha de River, y meter un gol lo festejo como cualquier gol que convierto a cualquier rival. Son goles que uno tiene que festejarlos".

Respecto al desarrollo del encuentro, Otamendi destacó el esfuerzo del equipo para remontar un resultado adverso: "Los inicios de torneo siempre son difíciles, la idea era hacer un buen partido y obtener la victoria. Después remontamos un 2-0 que fue difícil y conseguimos empatar". Así, el defensor de la Scaloneta valoró el empate como un resultado positivo en esta etapa inicial del torneo.

Su cruce con Marchesín

El final del partido fue caliente y encontró a Marchesín cara a cara con Otamendi, dos viejos compañeros en la Selección Argentina que esta vez demostraron no tener la mejor de las ondas. El defensor del Benfica le estaba reclamando algo al árbitro cuando de repente apareció el arquero para señalarle algo que evidentemente no le gustó a Nicolás.

"Cerrá el orto, vos, tomatelá... Hablás una banda ahora que jugás en Boca, Bobo", le tiró Ota, mientras que el ex Lanús se le puso cara a cara con actitud desafiante hasta que finalmente los separaron.

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