Franco Colapinto culminó el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1 con una posición poco favorable, ubicándose en el décimo octavo lugar, una situación que se vio marcada por la ineficiencia de su equipo durante los pit-stops. En su primera entrada a boxes, el cambio de neumáticos, que normalmente se realiza en un tiempo estimado de poco más de dos segundos, se extendió a once, lo que comprometió sus posibilidades de sumar puntos en la carrera. 

Posteriormente, al regresar a boxes para cambiar a neumáticos duros, el tiempo de espera también fue considerable, alcanzando siete segundos, una cifra notablemente superior al tiempo de dos segundos y medio que su compañero Pierre Gasly empleó en su única parada. 

Este desempeño del equipo Alpine atrajo la atención y críticas en las redes sociales, lo que llevó a la escudería a iniciar una investigación interna con el fin de identificar las razones detrás de estas demoras y prevenir que se repitan en el futuro.