En Boca Juniors la situación se presenta complicada tras una serie de resultados desfavorables en el último tiempo. La eliminación en la Copa Argentina, en la etapa de 16avos de final, sumada a la reciente derrota contra Huracán en el Torneo Clausura, ha generado un ambiente de incertidumbre.

 El equipo, que acumula once partidos sin victorias, se encuentra en una de sus peores rachas históricas, lo que ha llevado a la dirección del club a evaluar cambios significativos en su estructura. Juan Román Riquelme, actual presidente de Boca, decidió disolver el Consejo de Fútbol, un órgano que había sido objeto de críticas tras la eliminación en torneos importantes. En su lugar, se implementará la figura de un mánager, lo que marcará un giro en la gestión deportiva del club. 

Raúl Cascini y Mauricio Serna dejarán sus roles, mientras que Marcelo Delgado seguirá vinculado a la institución en una nueva función. Para el cargo de mánager, se barajan nombres de referentes del club, siendo Carlos Fernando Navarro Montoya y Alberto Márcico algunas de las opciones consideradas. Sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado a la persona que ocupará este puesto. La búsqueda de un nuevo mánager se enmarca en la necesidad de revitalizar la gestión deportiva y mejorar la comunicación con los hinchas, un aspecto que Riquelme ha reconocido como deficiente en su administración. 

La reestructuración en el área comunicacional y la necesidad de mejorar el rendimiento del equipo son prioridades en la agenda del club. Boca Juniors busca, no solo recuperar la confianza de su afición, sino también revertir la situación deportiva actual, con la esperanza de conseguir resultados que devuelvan la tranquilidad a sus seguidores.