Dentro de algunos años, en una de las tantas disputas que habrá del Gran Premio de Qatar -se firmó un contrato de una década de duración-, se recordará la carrera del 2023. Pero no tanto la de este domingo, en los papeles la principal del fin de semana. No estará tan fresco el triunfazo de Max Verstappen (Red Bull), uno más para la cosecha; las piñas entre los Mercedes en la primera curva -después, Lewis Hamilton y George Russell se echaron culpas- ni las dificultades de Ferrari para acercarse a los puestos de punta.

Se recordará el sábado, día en el que Mad Max se aseguró el tricampeonato de Fórmula 1. Con ese espíritu, el de quien ganó su tercera estrella en Qatar -a lo Leo Messi-, el neerlandés arrancó energético desde la punta y jamás lo pararon.