Sobre sus espaldas carga la emoción de haber logrado un ascenso a Primera División pero también un descenso de categoría en muy poco tiempo, por eso la sensación al dejar el cargo es muy extraña para Roberto Sagra, presidente de San Martín hasta el próximo domingo, cuando se llevan adelante las elecciones para elegir nuevas autoridades. 

Reconocido hincha de La Ciudadela reconoce que dejará la presidencia pero nunca abandonará al club de sus amores, dejará el cargo con la alegría de que un grupo como el de Rubén Moissello, candidato a presidente al cual apoya, junto a Carlos Cisneros "puede ganar la elección y podrá hacer una gestión institucional mejor a lo que fue mi mandato. Hoy San Martín necesita una estructura, un grupo de trabajo y el club tiene muchos requerimientos, y me imagino un San Martín mejor".

Sagra instó a que vaya a votar la mayor cantida de socios posibles, están en condiciones de hacerlos unos 2.800, "para poder demostrar que al hincha realmente le interesa nuestro club y que quiere dirigir hacia donde va el club".

Entre los temas pendientes de su gestión, en lo institucional Sagra lamentó no haber logrado mejoras en el estadio, con viejas estructuras que demandan su renovación y la construcción de sanitarios. Además de las obras pendientes en el complejo deportivo. "Creo que ese fue un punto débil en nuestra gestión, pero nos tocó una etapa muy dura como fue la falta de recursos a partir de la pandemia, donde se jugaron los partidos sin hinchas y eso nos impidió recaudar dinero para afrontar los compromisos e impulsar las obras que requiere la cancha", afirmó Sagra.