Nunca es demasiado tarde para invertir por primera vez, pero se puede comenzar mucho antes de lo que la mayoría cree. Al hacerlo desde joven, se incorporan herramientas tempranas para la gestión financiera, lo que marcará una gran diferencia en la vida adulta.

Durante la adolescencia, es común enfocarse en disfrutar el presente, pero también es la etapa donde se busca tener independencia para gastos en ropa, tecnología y viajes con amigos. Para los jóvenes a partir de los 13 años, existen opciones como cajas de ahorro y Fondos Comunes de Inversión (FCI).

Los menores de edad pueden tener una caja de ahorro en pesos gratuita con acceso a tarjetas de débito, home banking y más. Además, pueden invertir en plazos fijos, con tasas competitivas, o explorar los FCI de Mercado de Dinero, permitiendo rendimientos por saldos disponibles. Esta oportunidad brinda a los jóvenes una herramienta para el ahorro y la inversión digital, con un límite que no supera el Salario Mínimo Vital y Móvil ($132000).

Fuente: Clarín