El gobierno de Estados Unidos expresó su voluntad de "hacer lo necesario para apoyar a la Argentina" frente al complejo escenario económico actual. En este contexto, se evalúa una posible asistencia al Banco Central para reforzar las reservas internacionales y contener la tensión cambiaria. El mensaje fue transmitido por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien confirmó que Washington sigue de cerca la situación local y analiza mecanismos concretos de respaldo financiero.

Bessent, funcionario de la administración de Donald Trump, afirmó que el Departamento del Tesoro “está preparado para actuar dentro de su mandato” para acompañar al gobierno de Javier Milei. En ese sentido, sostuvo que “todas las opciones para la estabilización están sobre la mesa”, aludiendo a medidas como líneas de swap, compras directas de divisas y la adquisición de deuda soberana en dólares a través del Fondo de Estabilización Cambiaria de Estados Unidos.

El secretario subrayó además que Argentina es un socio “sistémicamente importante” para Estados Unidos en América Latina, y expresó su confianza en las reformas económicas impulsadas por la administración Milei. “Las oportunidades para la inversión privada siguen siendo amplias, y Argentina volverá a ser grande”, afirmó.

“Estamos dispuestos a hacer lo necesario para apoyar a Argentina”: el mensaje del Tesoro de EEUU
El presidente de los EEUU, Donald Trump, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent (Reuters)

El Departamento del Tesoro también anticipó una reunión clave entre el propio Bessent, el presidente estadounidense y Javier Milei, prevista para mañana martes en Nueva York. El encuentro será determinante para definir los próximos pasos en materia de cooperación financiera y comercial bilateral.

El presidente argentino respondió con un mensaje en redes sociales: “Enorme agradecimiento al secretario Scott Bessent y al presidente Donald Trump por el apoyo incondicional al pueblo argentino, que hace dos años eligió dar vuelta un siglo de decadencia con mucho esfuerzo. Los que defendemos las ideas de la libertad debemos trabajar juntos para el bienestar de nuestros pueblos. Nos vemos el martes en Nueva York”.

X de Javier Milei

Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el respaldo estadounidense: “Gracias, secretario Scott Bessent, por su invaluable apoyo y compromiso para ayudarnos a hacer grande a Argentina nuevamente”.

Tras el anuncio, los bonos soberanos argentinos treparon hasta un 11% en los mercados internacionales.

X de totocaputo

Un contexto económico cada vez más tenso

En los días previos a las declaraciones de Bessent, la economía argentina atravesó una fuerte presión cambiaria, acompañada por una abrupta caída en las reservas del Banco Central. En apenas tres jornadas, la entidad monetaria vendió casi todos los dólares que había acumulado en el año: más de USD 1.100 millones, de los cuales USD 678 millones se liquidaron en una sola rueda. Este drenaje dejó las reservas en niveles críticos y generó creciente preocupación en el mercado por la sostenibilidad del esquema cambiario vigente.

El riesgo país se disparó hasta rozar los 1.500 puntos básicos, y los bonos soberanos operaron con rendimientos superiores al 25% anual, reflejando el nerviosismo de los inversores. Además, durante septiembre se retiraron más de $500.000 millones de fondos de inversión de renta fija, en una clara señal de desconfianza y migración hacia activos dolarizados.

Consultoras económicas advirtieron que el Banco Central enfrentaba dificultades crecientes para sostener la paridad cambiaria, y que sin respaldo externo, la dinámica de ventas podía erosionar aún más la estabilidad macroeconómica.

En ese contexto, los analistas señalaron que, sin nuevos desembolsos, será difícil afrontar los vencimientos de deuda por casi USD 10.000 millones previstos para enero y julio de 2026. Por ello, el mercado colocó altas expectativas en la eventual llegada de apoyo financiero desde Washington, como condición para evitar una mayor devaluación o una nueva reestructuración. La reunión bilateral en Nueva York se perfila así como un punto de inflexión para el futuro inmediato del programa económico argentino.