La actividad tambera en la provincia de Santa Fe muestra una tendencia a la baja que despierta inquietud en el sector lácteo. Un informe del Centro de Estudios y Servicios (CES) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF) consigna que actualmente la provincia cuenta con 3.345 establecimientos tamberos activos, cifra que representa una caída interanual del 1,2% y la pérdida de 125 tambos respecto de 2023.

Este retroceso no es exclusivo de Santa Fe: a nivel nacional se observan 9.702 tambos, un 1,8% menos que el año anterior. Pese a la merma en la cantidad de unidades, Santa Fe mantiene un rol central en la producción lechera argentina. La provincia concentra el 34,5% de los tambos del país y se ubica en segundo lugar por volumen de ganado destinado a la producción láctea, con 908.885 cabezas, solamente por detrás de Córdoba, que registra 917.187.

El análisis del CES-BCSF atribuye la reducción de tambos a una combinación de factores coyunturales y estructurales. Entre los primeros destaca el impacto de episodios de sequía que afectan la disponibilidad de forraje y la rentabilidad de los tambos. Entre los elementos de fondo aparecen la concentración de unidades productivas —que conduce al cierre de explotaciones de menor escala— y la lenta recuperación de las pasturas, fundamentales para la alimentación del rodeo.

La distribución territorial del stock tambero en Santa Fe es altamente concentrada. Los departamentos de Castellanos, Las Colonias, San Cristóbal y San Martín agrupan el 81,4% del stock bovino en tambos y el 78% de los establecimientos provinciales. Esa concentración implica que, solo con estos cuatro departamentos, la provincia aporta uno de cada cuatro bovinos lecheros del país, subrayando así su protagonismo en la matriz productiva nacional.

La combinación de pérdida de unidades productivas y alta concentración regional plantea desafíos para la sustentabilidad del sector: mantener la competitividad frente a variables climáticas adversas, sostener la infraestructura de servicios en las zonas tamberas y generar incentivos para la renovación y modernización de tambos de escala menor o mediana. Para los actores públicos y privados, el informe del CES-BCSF funciona como un registro de la dinámica en curso y una llamada a la atención sobre políticas y prácticas que permitan estabilizar y fortalecer la actividad lechera en Santa Fe y en el país.