Argentina se prepara para la llegada de 50.000 autos eléctricos e híbridos
El país avanza hacia el aumento de la electrificación del parque automotor argentino, lo que puede interpretarse como un avance significativo en la transición hacia una movilidad más sostenible.
La infraestructura de las estaciones de servicio en Argentina se encuentra en un momento clave, marcado por la creciente adopción de vehículos eléctricos e híbridos. Este fenómeno, que ya ha manifestado su impacto en diversas regiones del mundo, particularmente en Europa, Asia y América del Norte, comienza a asomar en el país, especialmente tras el anuncio gubernamental que prevé la llegada de 50.000 automóviles eléctricos e híbridos en un futuro próximo.
Este dato no solo representa un cambio cuantitativo, sino también cualitativo en la electrificación del parque automotor nacional, lo que ha comenzado a desencadenar movimientos concretos en el ecosistema de estaciones de servicio. En este nuevo escenario, actores clave como fabricantes de cargadores eléctricos, entidades bancarias, automotrices y operadores de red están en proceso de definir modelos de negocio que faciliten la expansión de la infraestructura necesaria para satisfacer una demanda que, hasta hace poco, era considerada marginal. Actualmente, el incremento en la disponibilidad de modelos de vehículos eléctricos, junto a incentivos fiscales y un aumento en la conciencia ambiental, están modificando el panorama.
Roberto Stazzoni, especialista en marketing de productos de electromovilidad de ABB, ha afirmado que el volumen proyectado de vehículos eléctricos generará un impacto inmediato en la instalación de cargadores. "Con la llegada de estos vehículos, se espera que se instalen más cargadores", destacó, añadiendo que el desarrollo de modelos de negocio será fundamental para este proceso. En este sentido, Stazzoni mencionó la colaboración entre ABB y el banco Comafi, que busca ofrecer un modelo de financiamiento mediante leasing, facilitando así la incorporación de cargadores por parte de los operadores de estaciones de servicio. Esta estrategia conjunta entre el sector privado y financiero responde a uno de los principales desafíos que enfrenta la electrificación del transporte: el alto costo inicial de los equipos y las obras civiles necesarias para la instalación de cargadores. En muchas estaciones de servicio, la adecuación de la red eléctrica, que incluye refuerzos de potencia y equipos de seguridad, eleva considerablemente la inversión inicial necesaria.
Por otro lado, Gustavo Salerno, representante de Scame, una empresa especializada en soluciones eléctricas para movilidad, ha señalado que el interés por parte del sector automotor está en aumento. "Varios fabricantes de automóviles nos están consultando sobre el desarrollo de redes de carga que respalden sus planes de comercialización", comentó Salerno, lo que subraya la importancia de la colaboración entre los fabricantes de vehículos, proveedores de infraestructura y operadores de estaciones para garantizar una expansión coordinada del sistema. Actualmente, Argentina cuenta con alrededor de 230 cargadores para autos eléctricos, concentrándose principalmente en grandes centros urbanos como Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza. Sin embargo, la infraestructura disponible sigue siendo insuficiente para sostener un crecimiento acelerado del parque automotor eléctrico. Por lo tanto, la instalación de cargadores en estaciones de servicio, ubicadas estratégicamente en rutas, accesos y áreas suburbanas, se presenta como una solución lógica y necesaria.
En este contexto, muchas estaciones de servicio ven en la incorporación de cargadores no solo una necesidad de adaptación tecnológica, sino también una oportunidad comercial significativa. La posibilidad de atraer nuevos clientes, diversificar sus fuentes de ingresos y posicionarse como puntos de referencia en la transición energética están influyendo en las decisiones de inversión. Algunas cadenas de estaciones han comenzado a realizar proyectos piloto, mientras que otras esperan definiciones regulatorias y apoyo financiero para avanzar en este sentido.
A nivel regional, países como Chile, Uruguay y Colombia han avanzado más rápidamente en la instalación de infraestructura de carga, impulsados en parte por políticas de estímulo, subsidios y beneficios fiscales. En este contexto, Argentina busca reducir la brecha con la implementación de herramientas como el leasing, convenios con instituciones bancarias y acuerdos con fabricantes de automóviles.