En medio de las dudas del mercado sobre si el ajuste es sostenible y tras el revés del oficialismo en el Senado con el mega DNU, el ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó que el Gobierno logró en febrero un nuevo superávit financiero. Ese buen resultado de caja, se suma al del primer mes del año en la búsqueda del equilibrio fiscal en 2024. Se trata del primer bimestre con superávit financiero desde 2011.

El resultado fiscal de febrero arrojó nuevamente superávit financiero”, anunció el funcionario arrobando al presidente Javier Milei en su posteo en la red social X. El Gobierno nuevamente primero dio a conocer el trazo grueso del resultado sin dar los detalles de cómo se realizó el ajuste.

El compromiso de sanear las cuentas fiscales, asumido por el presidente en campaña, es inclaudicable”, dijo Caputo en diálogo con LA NACION. “Esperamos que la política acompañe este proceso de cambio que votó la mayoría, ya que es en beneficio de todos los argentinos de bien. El Presidente ha invitado a todos a ser parte de este cambio”, cerró el ministro de Economía luego de dar el resultado de las cuentas públicas y un día después de que naufragara el mega DNU en el Senado.

En la última revisión, el Gobierno se comprometió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a lograr un superávit primario de 2% del producto bruto interno (PBI) a fin de año y llegar al equilibrio financiero. Se se trata de un fuerte ajuste de 5,2 puntos del producto focalizado en el gasto, pero con alzas en impuestos.

Caputo adelantó que hubo en el mes un resultado primario de $1.232.525 millones y otro financiero de $338.112 millones. En el bimestre, el primario acumulado fue de $3.243.270 millones (0,5% PBI). En tanto, para el mismo período, el resultado financiero habría sido de $856.520 millones, dijo el ministro.

El titular del Palacio de Hacienda aseguró que la variación interanual de los ingresos totales fue de -6,3%, mientras que la caída del gasto primario fue de -36,4%. En el bimestre se acumuló una variación real de los ingresos de -2,5%, mientras que las erogaciones reales (deflactada la inflación) muestra una baja de 38%. Como indicadores “relevantes”, Caputo recordó el IPC de febrero (13,2%) y la variación 12 meses: 276,2%.

En enero pasado, ya se había logrado un superávit financiero por primera vez desde agosto de 2012. Fue además el primero en un mes de enero desde 2011. El registro fue entonces, según los números oficiales, de $518.408 millones, producto de un superávit primario de $2.010.746 millones y del pago de intereses de la deuda pública neto de pagos intra-sector público de $1.492.338 millones.

Caputo usó entonces las mismas herramientas para dar los números del llamado informe de “caja base”. Entonces, también los destacó en su cuenta de X con un mensaje claro: “El déficit cero no se negocia”.

Para ese primer ajuste, el Iaraf informó entonces que durante ese mes se había concretado “el mayor recorte real interanual de gasto público de los últimos 30 años”. Los ingresos se mantuvieron iguales.

El esfuerzo sobre el gasto

Desde el punto de vista del aporte al monto total ahorrado de $2,7 billones en enero, los gastos que más se redujeron entonces habían sido jubilaciones y pensiones contributivas (-$885.074), subsidios a la energía (-$366.451), inversión real directa (-$321.474) y transferencias totales a provincias (-$310.781). Entre los cuatro aportaron casi $1.883.000 millones a moneda de enero 2024, es decir, el 70% del total ahorrado.

Este viernes por la mañana, Milei se refirió a la reacción que tuvieron los bonos soberanos argentinos, que operaban a la baja en la apertura del mercado (luego esa tendencia se revirtió), tras la decisión del Senado de no apoyar el Mega DNU de desregulación económica que lanzó en los primeros días de su gobierno.

La falta de apoyo político para aprobar y luego implementar sus reformas estructurales a través de la ley ómnibus y del mega DNU es una pregunta que resuena tanto en el mercado como en el Tesoro de los Estados Unidos y en el board del Fondo Monetario Internacional (FMI), que suele referirse públicamente al tema. “Como hemos señalado en otras ocasiones, la séptima revisión del programa concluyó el 31 de enero. Nuestro objetivo sigue siendo apoyar las políticas encaminadas a restablecer la estabilidad macroeconómica en Argentina, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables. Todavía es prematuro discutir las modalidades precisas del programa”, dijo una fuente oficial del Fondo, haciendo referencia a la posibilidad de un nuevo programa, como a la de un nuevo giro de fondos frescos al país.

Así lee el mercado cuando los ORKOS (sic) dan un paso adelante”, escribió Milei y luego apuntó: “Mientras nos esforzamos para sacar el país adelante, traccionando desde una baja del riesgo país y la tasa de interés, ellos se ocupan de empobrecer”, dijo el Presidente, también desde sus redes sociales.

Otra de las dudas que arrecia entre los economistas profesionales es si el Palacio de Hacienda podrá mantener el ajuste en el tiempo, ya que en enero, por caso, la baja del gasto se focalizó en la caída del pago a jubilados y pensionados, la baja de transferencias a provincias, la retracción casi absoluta del gasto de capital (obras), la licuación de salarios públicos y la baja de subsidios económicos. En este último caso, se trató más bien de una estrategia de Economía de pisar fondos para Cammesa.