Entre enero y julio de 2025 los argentinos que viajaron al exterior registraron un gasto sin precedentes en indumentaria: u$s2.196 millones, lo que representa un incremento del 111% respecto de 2024 y un 14% por encima del récord de 2017, según un informe reciente. Al mismo tiempo, las compras bajo el sistema Puerta a Puerta crecieron 258% en el semestre, alcanzando u$s408 millones, un avance que triplicó el registrado por las importaciones ingresadas por el régimen general.

Ese movimiento no solo se advierte en las estadísticas nacionales: en los centros mayoristas tradicionales de la venta de ropa, como Avellaneda y Once, aumenta la proporción de prendas importadas frente a la oferta de producción nacional. La Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) relevó esta tendencia y comerciantes locales confirmaron a Ámbito que la presencia de mercadería extranjera se amplió notablemente, desplazando participación de la industria local.

Compras internacionales de moda: argentinos marcan un nuevo récord

La transformación implica un cambio estructural en la cadena de valor de la moda argentina. El desembarco indirecto de marcas internacionales de fast fashion en estos polos comerciales preocupa a algunos fabricantes: la mayor oferta importada obliga a las empresas nacionales a redefinir estrategias productivas y comerciales y, en muchos casos, a reducir volúmenes de fabricación. Pese a ello, las prendas importadas que llegan a esos mercados suelen ser, en general, más caras que los artículos nacionales.

Vendedores e influencers que realizan recorridos de compra en Once y Avellaneda describen una oferta más diversa en origen: además de China, se observan prendas procedentes de Taiwán y Turquía. Juliana Coria, que realiza tours de compras, señaló que la cantidad de ropa importada creció mucho y que se nota especialmente en categorías como la ropa de entrenamiento. Para ella, la discusión no se limita a permitir o prohibir importaciones: plantea la necesidad de condiciones reales que permitan a los fabricantes argentinos competir en igualdad de condiciones en mercados externos.

Compras internacionales de moda: argentinos marcan un nuevo récord

Desde la vereda de los emprendedores, la competencia con productos de bajo costo impacta en las decisiones de producción. Ailín Bonincontro, creadora de la marca Kitana Oficial, contó que decidió, por ejemplo, no fabricar bikinis este año porque el costo de producción local es hasta tres veces superior al precio de una prenda equivalente de plataformas como Shein. Su estrategia fue enfocarse en precios bajos y en volumen de ventas para sostener la actividad de los talleres, advirtiendo que sin ventas por volumen resulta insostenible mantener empleo en la cadena productiva.

Compras internacionales de moda: argentinos marcan un nuevo récord

El auge del sistema Puerta a Puerta merece mención aparte. Ese régimen, que permite la importación directa mediante servicios postales y de mensajería, mostró un crecimiento explosivo: en julio de 2025 las compras bajo ese mecanismo subieron 30% respecto de junio y 390% respecto de julio de 2024. En los primeros siete meses del año, el flujo acumulado llegó a u$s408 millones, consolidando un acceso cada vez más directo de consumidores argentinos a la oferta internacional, sin intermediación de cadenas locales de comercialización.

La reacción de la industria textil no se hizo esperar. La CIAI y otras entidades del sector reclamaron por lo que describen como reducciones arancelarias, exenciones y relajamiento de controles para envíos puerta a puerta, medidas que aplicadas sin contrapartidas en el frente impositivo y de costos dejan en desventaja a la producción local. En un comunicado, la Cámara de la Indumentaria advirtió que las políticas vigentes ya se traducen en pérdida sostenida de empleo: estiman que aproximadamente 1.500 puestos de trabajo formales en la industria se destruyen mensualmente. La entidad recordó que la industria de la moda argentina da trabajo a cerca de 540.000 familias en todo el país.

Compras internacionales de moda: argentinos marcan un nuevo récord

En paralelo, los datos macroeconómicos del consumo minorista muestran señales de tensión. Un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) indicó que en agosto las ventas minoristas pyme cayeron 2,2% mensual y que el rubro textil e indumentaria registró una caída intermensual desestacionalizada del 4,3%. Esa contracción del mercado interno refuerza la percepción de una industria que enfrenta presiones por costos, competencia importada y cambios en los canales de comercialización.

El panorama que delimita este conjunto de datos y testimonios exhibe una tensión entre las dinámicas de consumo —ampliadas por viajes al exterior y compras directas al extranjero— y la capacidad de adaptación de la industria local. Frente a ello, actores del sector plantean la necesidad de políticas que igualen condiciones competitivas, mientras emprendedores y fabricantes evalúan ajustes en productos, precios y volúmenes para sostener la actividad y el empleo en la cadena textil.