El Gobierno oficializará en los próximos días aumentos para junio de entre 2,6% y 2,8% promedio en las tarifas finales de gas natural por redes a través de una resolución del Enargas. También desde ese mes se pondrá en marcha un nuevo esquema de ajustes automáticos mensuales por inflación para los servicios de transporte y de distribución -dos de los cuatro componentes de la boleta final que reciben los usuarios.

De todos modos, la premisa con la que trabaja la Secretaría de Energía es que los incrementos estarán en línea con la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec y no implicarán un gran impacto en el bolsillo de los hogares. En ese mismo sentido, la definición oficial fue bajar el precio del costo mayorista del gas -Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST)- que se traslada a los usuarios durante el invierno.

Las definiciones llegan después de la finalización del proceso de Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT) en el que Energía definió los ingresos que recibirán las empresas de transporte y distribución durante los próximos cinco años, hasta 2029, a cambio de un compromiso de inversiones en la red.

Cómo serán los aumentos de gas

Durante este invierno, los usuarios verán en sus facturas aumentos que se explican por varios motivos.

Por un lado, por lo definido en la Revisión Tarifaria Quinquenal (RTQ), que volvió a establecerse después de décadas de congelamiento y ajustes discrecionales. Allí se estableció un aumento en la tarifa de gas, pero a aplicarse en 30 cuotas consecutivas. La primera fue en mayo, del 3% sobre el Valor Agregado de Distribución (VAD) —la porción de la tarifa que perciben las distribuidoras—, y el resto se distribuirá hacia adelante.

El aumento general definido para el VAD fue del 15%. En los usuarios residenciales, representa un incremento del 9%. El primer aumento ya se aplicó en mayo con un impacto del 1% en la factura final. Para junio, aún no fue oficializado, pero se proyecta que el ajuste mensual sumará un 2,8% a las facturas.

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Los funcionarios de Energía con el ministro de Economía

Por otra parte, se dispuso una fórmula para que los aumentos no queden desactualizados por inflación. La normativa inicial establecía que los ajustes iban a ser semestrales, pero finalmente pasarán a ser mensuales.

La fórmula combina 50% del índice de precios al consumidor (IPC) y 50% del índice de precios internos al por mayor (IPIM). Este nuevo mecanismo replica el esquema que ya rige para el servicio de electricidad. Inicialmente, el Gobierno quería implementarlo en abril del 2024, pero fue prorrogado por el Ministerio de Economía para presionar en la baja de la inflación. Finalmente comenzará a aplicarse en junio de este año.

La normativa vigente venía de las revisiones tarifarias de los años noventa, en un contexto de baja inflación, donde las tarifas de gas no necesitaban actualizaciones frecuentes. Hoy, las compañías reclamaron que no haya atrasos, debido a que el 75% de los costos de distribución corresponden a mano de obra y materiales. Fuentes del sector estimaron que los incrementos impactarán en las facturas finales con subas del orden del 2% al 3% mensual, a menos que la inflación aumente. El impacto será cada vez menor si la inflación desacelera.

Por lo definido en la revisión tarifaria con el Gobierno, las empresas se comprometieron a realizar inversiones para poder sostener las actualizaciones tarifarias.

La premisa con la que trabaja la Secretaría de Energía es que los incrementos estarán en línea con la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec

Hoy, alrededor de 9 millones de hogares tienen acceso al gas por redes. El proceso de recorte de subsidios se mantiene vigente y continuará avanzando, anticipan desde la Secretaría de Energía.

Luego de años de congelamiento y pese a la fuerte actualización tarifaria aplicada durante 2024, la cobrabilidad de la compañías, esto es, la proporción de facturas que se pagan— se mantiene en niveles altos, entre 3,5% y 4% de mora, de los más bajos desde que las tarifas están reguladas.

Fuentes del sector privado consideraron que parte de esta mejora responde a un “cambios cultural” y además tienen más opciones para pagar, como la posibilidad de gestionar planes de pago por canales digitales como WhatsApp.