La empresa automotriz Toyota ha decidido paralizar su producción a partir del último fin de semana, coincidiendo con el receso invernal que se lleva a cabo en el país. Tanto la compañía como el sindicato que representa a los trabajadores han estimado que la planta ubicada en Zárate reanudará sus actividades el próximo martes 29 de agosto. 

Este cese temporal de la producción tiene un impacto directo en la remuneración del personal, lo que ha generado preocupación en el entorno laboral. Inicialmente, la suspensión de actividades estaba programada para una duración de una semana, sin embargo, se ha decidido extender este periodo, como se informa en un comunicado interno publicado en el sitio Arodarpost. La empresa ha argumentado que esta medida es parte de un proceso más amplio que busca la implementación de nuevas tecnologías y la automatización de los procesos, con el objetivo de mejorar la competitividad en el mercado. 

Crisis en Toyota: producción suspendida y salarios recortados

En este contexto, Toyota ha estado avanzando en la incorporación de sistemas de robotización y tiene planes de intensificar esta estrategia en el futuro. En lo que respecta al denominado "período de no producción", se ha establecido un régimen especial para la liquidación de haberes, que afectará a aquellos trabajadores que no sean convocados para realizar tareas específicas o capacitaciones durante este tiempo. Incluso en los casos donde el personal no cuente con días de vacaciones pendientes, se ha determinado que recibirán el 79% del salario bruto correspondiente a los días no trabajados. 

Crisis en Toyota: producción suspendida y salarios recortados

Esta situación también tendrá repercusiones en el presentismo del mes en curso. Desde el sindicato se ha expresado que la reducción salarial para un operario podría oscilar entre $500.000 y $700.000, lo que refleja el impacto económico que esta paralización genera en los trabajadores.