En la apertura de septiembre, el dólar oficial mostró un salto pronunciado que sacudió los mercados financieros locales: en el segmento mayorista, referencia para operadores e importadores, la divisa se revalorizó $30 (+2,2%) y quedó ubicada en $1.372 para la venta.

El movimiento llega en un contexto de máxima sensibilidad política y económica: son días previos a las elecciones legislativas de medio término en la provincia de Buenos Aires y se conocieron reportes de ventas de divisas por parte del gobierno, concretadas con dólares que el Tesoro tenía depositados en su cuenta en el Banco Central (BCRA) y que salieron al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) durante el último fin de semana.

En el circuito minorista, el Banco Nación ajustó su cotización y el billete subió $25 (+1,8%), operando a $1.345 para la compra y $1.385 para la venta. El promedio que publica el BCRA para la banca comercial ubicó al dólar minorista en $1.347,82 para la compra y $1.391,88 para la venta. No obstante, algunas entidades privadas comercializaron el billete por encima de esos valores: ICBC y Banco Macro registraron ventas en torno a $1.400.

Los mercados paralelos también reflejaron tensión. El dólar blue profundizó su alza y terminó la jornada con un incremento de $25, cerrando en $1.355. Esa cotización sitúa la brecha con el mayorista en un 1,5% en terreno negativo, una configuración poco habitual que responde a la dinámica de intervención oficial y a las restricciones y arbitrajes que persisten entre los distintos segmentos cambiarios.

En los dólares financieros, el MEP cotizó a $1.379,91 y el Contado con Liquidación (CCL) operó alrededor de $1.384,26, con una brecha de 0,7% respecto del mayorista. Es preciso tener en cuenta que esos valores son de referencia para la jornada, ya que en Estados Unidos se conmemora el Labor Day y Wall Street permaneció cerrado, limitando la formación de precios en los activos que sirven para arbitrar entre mercados locales e internacionales.