El Ministerio de Economía enfrentaba este miércoles un vencimiento de $7.000 millones y logró superarlo con éxito al renovar el 114% del total. Sin embargo, el resultado se apoyó en regulaciones que obligaron a los bancos a demandar títulos y en tasas reales que se ubican muy por encima de la inflación esperada, lo que genera señales de alerta sobre el impacto en la economía real.

Uno de los instrumentos más relevantes fue la letra capitalizable (Lecap) con vencimiento al 30 de septiembre, que convalidó una tasa efectiva mensual (TEM) de 4,81% y una tasa interna de retorno efectiva anual (TIREA) del 75,66%. Ambas cifras superan ampliamente la inflación proyectada de 1,7% para septiembre y del 21,1% para los próximos 12 meses. “Es una tasa real enorme”, definió Fernando Baer, economista de Quantum.

Juan Ignacio Alra, portfolio manager de One618, apuntó en la misma dirección: “La licitación estuvo en línea con lo que esperaba el mercado, con premios atractivos en el tramo corto para absorber pesos y mantener tasas reales positivas”.

El Gobierno convalidó tasas más altas para renovar deuda y arriesga el rebote de la economía
El ministro de Economía, Luis Caputo, sale de Casa Rosada junto con el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. (Foto: Daniel Vides/NA).

Uno de los puntos más valorados por el mercado fue que el Gobierno, gracias a la norma que obliga a los bancos a integrar encajes con títulos públicos, logró postergar gran parte de los vencimientos de corto plazo. “Pudo refinanciar todo y pasar el 80% de los vencimientos para 2026. Pero, otra vez, fue a costa de tasas altísimas y cambios regulatorios para forzar la demanda. Es un buen resultado, pero con costos”, explicó Claudio Caprarulo, economista de Analytica.

El costo de la estabilidad: preocupación por la economía real

El “lado B” de esta estrategia, coinciden los analistas, es el enfriamiento progresivo de la actividad económica, especialmente por el encarecimiento del crédito para el sector privado.

“El objetivo del Gobierno es contener al dólar. Pero eso enfría la economía”, advirtió Caprarulo. En la misma línea, desde la mesa de un banco privado señalaron: “La película de los últimos meses es clara: se frena la actividad reduciendo el crédito para bajar la demanda de dólares. No hay reservas para sostener el nivel de consumo y producción actual”.

El Gobierno convalidó tasas más altas para renovar deuda y arriesga el rebote de la economía
El Banco Central hizo cambios en los encajes para forzar a los bancos a comprar bonos de mayor plazo. (Foto: Luis ROBAYO / AFP).

Alra también sumó una advertencia: “Estos niveles de tasas, tanto en el corto como en el largo plazo, empiezan a notarse en la economía real. Aunque sean poco amigables para la actividad, cumplen su propósito de contener la inflación”.

El panorama se complica con la incertidumbre electoral y la volatilidad de los mercados. “En este escenario, resulta clave monitorear variables sensibles como el dólar, que sigue una tendencia alcista pese al aumento de encajes y a la política de tasas. Está dentro de las bandas, pero la presión existe”, agregó Alra.

Respecto al efecto de la licitación en el mercado financiero, Baer consideró que podría contribuir a calmar el tipo de cambio: “Las tasas que se convalidaron pueden contener parcialmente la presión sobre el dólar. Pero son muy altas, incluso más de lo que se esperaba. Evidentemente, el Gobierno busca forzar estabilidad a cualquier costo en el corto plazo”.