El gobierno argentino continúa buscando alternativas en su siempre delicada relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que recientemente le otorgó un préstamo de USD 20.000 millones. Este financiamiento es crucial para enfrentar la crisis económica que atraviesa el país, pero también conlleva una serie de compromisos que el gobierno se ha comprometido a cumplir.

En primer lugar, se comunicó que el país no cumpliría con la meta de acumulación de reservas pautada en el acuerdo. Este anuncio generó preocupación en los mercados y llevó a cuestionamientos sobre la sostenibilidad de las políticas económicas implementadas por el gobierno actual.

Posteriormente, el jueves, se informó sobre otro incumplimiento. Sin embargo, esta vez el aviso fue realizado con anticipación y se trata de una proyección, no de una meta establecida en el informe del organismo internacional, como ocurrió con las reservas. Esto indica un intento del gobierno por gestionar la comunicación y anticiparse a posibles reacciones negativas

El Gobierno informó al FMI que no cumplirá con una meta económica clave

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A medida que Argentina navega por esta compleja situación, las negociaciones con el FMI seguirán siendo un tema central en la agenda económica del país, y la búsqueda de un equilibrio entre el cumplimiento de los compromisos y la necesidad de políticas que fomenten el crecimiento y el bienestar social será un desafío constante.

El ministro de Economía, Luis Caputo, hizo hincapié en que Argentina fallará en cumplir otra de las proyecciones que se encuentran en el esquema económico.

Esta vez, la proyección corresponde a la cuenta corriente de la balanza de pagos, un indicador que evalúa el ingreso y salida de dólares en diversos aspectos como bienes, servicios, rentas y transferencias, y que históricamente ha tenido gran relevancia al momento de analizar las debilidades económicas del país.

De acuerdo al Ministerio de Economía, este año la balanza de pagos enfrentará un déficit proyectado 400% superior a las metas acordadas, las cuales fueron condiciones para recibir nuevo financiamiento.

El encargado de comunicar esta noticia fue el viceministro de Economía, José Luis Daza, quien expuso que este incumplimiento responde a razones que considera válidas, dado que Argentina está en plena fase de crecimiento, superando así las proyecciones previas.

Daza destacó que en la actualidad se viven crisis en diversas partes del mundo, como en Rusia, Tailandia y la Unión Europea, donde el elemento común es un alto déficit de cuenta corriente, pero siempre es importante considerar la calidad y magnitud de este déficit.

“Un déficit del 2% en un país que crece al 6% es razonable, dado que este déficit de cuenta corriente representa la diferencia entre todo ingreso y gasto del país, así como la diferencia entre ahorro e inversión”, explicó.

Durante su intervención en el foro económico organizado en el Banco Galicia por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Daza indicó que se espera un ligero déficit este año, resultado de términos de intercambio menos favorables y una recuperación cíclica de la demanda interna.

El desequilibrio proyectado en la cuenta corriente es en realidad cinco veces mayor que el 0,4% del PBI que se estipuló para el 2025 en el último informe del Fondo Monetario.

“Continuaremos monitoreando el déficit de cuenta corriente, pero estamos cómodos con la situación actual”, aseguró Daza, quien cuenta con una vasta experiencia, habiendo trabajado junto a Luis Caputo en fondos de inversión en Wall Street.

“Si se observa la región, se puede notar que hay países con déficits de 2,5% y 3% del PBI, pero están creciendo apenas un 2%, mientras que Argentina prevé un crecimiento de al menos 6% en 2025”, concluyó./Cadena3