El Gobierno nacional prepara un decreto para desregular el transporte marítimo, permitiendo que buques y tripulaciones extranjeras operen en el cabotaje nacional. La medida, impulsada por el ministro Federico Sturzenegger y la Agencia Nacional de Vías y Puertos, elimina la exclusividad de la Marina Mercante argentina y habilita a empresas extranjeras a navegar hasta 180 días renovables en rutas locales.

Fin de la obligatoriedad de contratar argentinos

El decreto también elimina la exigencia de contratar tripulantes argentinos, permitiendo personal extranjero si no hay trabajadores locales idóneos. Además, los armadores podrán cambiar la bandera de sus buques a registros extranjeros sin que se considere una exportación, excepto en embarcaciones pesqueras. La normativa tendrá una vigencia de 10 años y priorizará las leyes del país de abanderamiento en conflictos laborales.

Servicio esencial y libertad de contratación

El texto declara servicio esencial al transporte marítimo comercial, lo que obliga a mantener un mínimo operativo durante huelgas. Los sindicatos podrán sugerir trabajadores, pero las empresas tendrán libertad total para contratar. "Queda derogada toda norma que limite la elección de personal por parte del empleador", establece el decreto.

La medida generará rechazo en los gremios marítimos, que perderán protecciones laborales históricas. El Gobierno argumenta que busca reducir costos y dinamizar el sector, pero los sindicatos alertan sobre un posible desplazamiento de trabajadores locales. El decreto podría firmarse en los próximos días, marcando un giro en la política portuaria argentina.