El Gobierno presiona para revisar y bajar el aumento en la paritaria de Comercio
Supermercados y mayoristas no pagaron la suba salarial de 1,9%. La Secretaría de Trabajo convocará a las partes para negociar y que haya un nuevo acuerdo.
El Gobierno está decidido a ir a fondo en su presión para forzar la revisión de la paritaria de Comercio para amoldarla al cepo salarial en torno al 1% mensual que estableció como un ancla adicional para contener la inflación. Una primera señal, contundente, sobre ese propósito la ofreció la semana pasada el ministro de Economía, Luis Caputo, al habilitar a supermercados y mayoristas a no pagar a su personal el tramo inicial del acuerdo salarial firmado entre los representantes gremiales y empresarios de la actividad. Ahora, desde la Secretaría de Comercio, que encabeza Julio Cordero, informaron que pusieron bajo análisis el entendimiento sellado y anunciaron que convocarán para esta misma semana a Armando Cavalieri, el titular del gremio mercantil, y a los referentes de las cámaras CAC, CAME y Udeca con el objetivo de suscribir un nuevo acuerdo paritario.
"Dado el contexto general, la Secretaría está evaluando los términos del acuerdo suscripto entre las partes. En este marco, en los próximos días convocará a las mismas con el objetivo de renegociar el contenido, con vistas a alcanzar un nuevo acuerdo", apuntó el comunicado oficial de las autoridades laborales en medio de la polémica generada a partir del incumplimiento de los supermercados y mayoristas del pago del aumento salarial de 1,9% y una suma fija de $ 35.000 que se fijó para los sueldos de abril en base a la paritaria firmada.
La postura del Gobierno de exigir directamente un nuevo entendimiento (con lo que desconoce el pacto original entre las partes que estableció incremento de 1,9%, 1,8% y 1,7% para abril, mayo y junio además de tres sumas fijas no remunerativas de $ 35.000, $ 40.000 y $ 40.000 los mismos meses) disparó un fuerte malestar en el gremio mercantil, que se declaró en estado de alerta y amenazó con medidas de fuerza, algo atípico de parte de un dirigente como Cavalieri de marcado perfil dialoguista con la administración de Javier Milei. El gremio todavía no definió su asistencia al encuentro con las autoridades de Trabajo.
Además, el sindicato envió cartas documentos a las tres cámaras firmantes de la paritaria sectorial en las que las intimó a que en el plazo de dos días hábiles garanticen el cumplimiento del acuerdo sellado y les recordó que el artículo 10 de ese entendimiento estableció que, en el caso de estar pendiente su homologación, "los empleadores abonarán las sumas devengadas con la mención ‘Pago anticipado a cuenta del Acuerdo Colectivo Abril 2025’, el que quedará reemplazado y compensado por los rubros correspondientes una vez homologado el acuerdo”.
La polémica abierta en la principal paritaria del sector privado formal (involucra los salarios de alrededor de 1,2 millón de trabajadores) a partir de la decisión oficial de desconocer el acuerdo sellado por las partes y exigir uno nuevo también generó fuerte ruido en la conducción de la CGT que no logra volver a articular un canal de diálogo con la Casa Rosada tras el paro general del último 10 de abril. Si bien en la primera línea cegetista no hay ánimo de avanzar por ahora con la definición de algún plan de lucha frente al cepo salarial, subyace una marcada inquietud entre los principales dirigentes por el futuro de las negociaciones en otras actividades. Allí interpretan que la discusión en Comercio es un caso testigo para el Gobierno en la apuesta de disciplinar el resto de las paritarias del sector privado.
En parte esa preocupación parece verificarse en las negociaciones en marcha en actividades clave como las industrias de alimentos o la metalúrgica. En el primer caso, y tras el conflicto abierto en Comercio, las conversaciones quedaron estancadas por la posición de la representación empresaria de negarse a firmar un acuerdo que rompa la pauta pretendida por el Gobierno, según denunciaron desde el gremio. Similar escenario se observa en la discusión metalúrgica: Trabajo dictó la conciliación obligatoria para frenar las protestas anunciadas para este semana por la UOM, que mantiene discusiones informales con las seis cámaras de la actividad aunque sin avances. El gremio que lidera el kirchnerista Abel Furlán rechazó la propuesta empresaria de un incremento de 2% para abril y 1% mensual para mayo y junio, en línea con la aspiración del Gobierno.
En cambio, los planes de Caputo para extender el cepo salarial sigue su marcha sin sobresaltos en todas las negociaciones que involucran al Estado como empleador. Así fue el caso de los pilotos de Aerolíneas Argentinas agrupados en APLA que acordaron la semana pasada una suba de 2,5% para marzo, 1,3% para abril y 1,3% para mayo. El mismo incremento buscará replicar el Ejecutivo en los próximos días con el resto de los gremios que nuclean al personal de la aerolínea de bandera. / Clarín