Durante todo el fin de semana, siguieron las largas filas para cargar combustible en distintas estaciones de servicio de todo el país; una postal que se viene repitiendo desde el jueves por la noche ante la escasez de combustible que empezó en el interior del país.

La profundización de la escasez de combustible le imprimió más angustia a la actividad económica del interior tucumano y a otros miles de particulares que ayer se vieron otra vez obligados a hacer largas colas para obtener el fluido. Para colmo eran pocas las estaciones de servicio de la provincia que lo disponían con ventas restringidas o cupificadas. En las expendedoras de YPF y Shell la provisión era limitada: solo se vendía hasta $5.000 de nafta y $7000 de gasoil. 

Ante esta situación, el gobierno liberó de apuro US$ 400 millones para que las petroleras puedan importar diez buques de combustible y aseguró que a mediados de semana la situación de normalizará. Además, atribuyó el pico de demanda al récord del movimiento turístico del fin de semana XXL del 13 al 16 de octubre, a la mayor actividad del campo y al aumento del consumo el fin de semana electoral por expectativa de devaluación y aumento de precios. “Se instaló una psicosis en medio del clima electoral y muchos salieron a stockearse”, señaló la secretaria de Energía, Flavia Royón.

Escasez de combustible: siguen las filas para cargar
Largas filas para cargar combustible en distintas estaciones de servicio de toda la provincia

Daniel Gargiulo, titular de la Cámara de Comerciantes de Derivados del Petroleo, Gas y afines (Capega) insistió en advertir que el problema que se padece “es a raíz de la diferencia que hay entre la caída de la provisión del fluido (alrededor del 30%) por parte de las petroleras y la elevada demanda que se ha concentrado en las estaciones de servicio”. A estas últimas, según precisó, se volcaron los grandes consumidores (principalmente agricultores) en razón de que el precio del surtidor es más bajo. De ahí que ahora “se está vendiendo en forma cupificada y sin privilegios”. “En este momento persiste el escaso abastecimiento y las largas colas de espera para cargar. Lo único que nos resta es esperar las promesas de normalización del suministro que llegaron desde el gobierno y las petroleras”, remató Gargiulo.

En tanto, Carlos Acuña, líder del Sindicato Obreros de Estaciones de Servicio, GNC, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos de Autos (Soesgype) y cosecretario general de la CGT, dijo que habló con el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, sobre la situación y que ambos coincidieron en que se trata de “un boicot” por parte de las empresas petroleras por el resultado electoral.

Ni las explicaciones oficiales ni la de los conocedores del sector tranquilizan a los automovilistas, para quienes la falta de combustible es una cuestión muy palpable.

Más allá de esa confluencia de factores, desde las empresas señalan que la escasez de todo tipo de combustible, no solo de gasoil, como ocurrió en el invierno de 2022, es en gran medida resultado de la política económica-en especial, del atraso del precio de los combustibles- y el hecho de que las empresas son forzadas a importar combustible a pérdida.