Hoteles en crisis: las reservas para las vacaciones de invierno no llegan al 20%

Se nota sobre todo en zonas comerciales como la calle Florida, los shoppings o Palermo, donde casi ya no se habla ni en portugués ni en inglés. La salida del cepo y la estabilidad del dólar “barato” dejó casi sin turistas extranjeros a las áreas más “for export” de la Ciudad de Buenos Aires.

Lo confirman los números del INDEC. En el primer cuatrimestre del año hubo un déficit turístico récord con un saldo negativo de 5,1 millones de personas entre las que ingresaron al país (3,2 millones) y las que salieron (8,4 millones).

Y hay un rubro que de la preocupación ya pasó a encender todas las alertas con esta situación. Los hoteles porteños registran niveles de ocupación bajísimos. Los impacta de lleno la caída de visitantes extranjeros que, siempre según el INDEC, registró una disminución del 25,4% entre enero y abril, y la mayor cantidad de viajes al exterior de residentes locales, que creció 67,6% interanual.

Fuentes del sector hotelero remarcan que a ello hay que sumarle la caída del consumo y los altísimos costos fijos que representan el personal, los servicios y los impuestos.

Ni siquiera los fines de semana largo son un paliativo. Esta semana tuvo dos con el del lunes y el de este viernes. “No representan ni una aspirina para un dolor de cabeza. Prácticamente no se notó la diferencia con otros fines de semana”, resume un hotelero con más de 40 años en el rubro. “Estamos en el nivel más bajo de ocupación de los últimos 10 años”, enfatiza con resignación.

Lo confirman las cifras del Instituto de Estadísticas y Censo de la Ciudad de Buenos Aires: en marzo el promedio de ocupación en hoteles porteños apenas llegaba al 30% cuando, por ejemplo, en 2023 había sido del 48%

“La situación es alarmante por donde se la mire. Es muy difícil afrontarla. En la Ciudad hay varios hoteles de 3 y 4 estrellas que estarían a punto de cerrar y si no lo hacen es porque no pueden afrontar el costo de las indemnizaciones”, asegura Gabriela Akrabian, integrante de la Cámara de Hoteles y vicepresidenta 1° de la AHRCC.

Con este panorama, ni siquiera la cercanía de las vacaciones de invierno genera expectativas. De acuerdo a la encuesta que realiza mensualmente la AHRCC entre hoteles de todas las categorías el nivel de reservas apenas promedia el 20%. Apenas los establecimientos de 4 estrellas y los Apart Hotel superan esas cifras con promedios de 25% y 30%, respectivamente.

“Si se confirman estos números, casi que no tiene sentido seguir abiertos”, se lamenta el dueño de dos hoteles de tres estrellas en el Centro porteño.

El impacto de los impuestos

Si bien se trata de un reclamo que el sector hotelero arrastra desde hace tiempo, la actual crisis hace que se refuerce el impacto que los impuestos tienen sobre la facturación.

Los impuestos nacionales, provinciales y municipales explican el 45% del precio que paga el huésped. IVA, Impuesto Inmobiliario, Impuesto al Cheque, Ingresos Brutos y tasas municipales −estas últimas con variaciones según la jurisdicción− son los de mayor incidencia. “De cada US$ 100 facturados, US$ 45 se destinan a impuestos, lo que limita considerablemente la rentabilidad del sector”, gráfica desde la Cámara de Hoteles.

En la industria definen como un escollo también al impacto indirecto de los impuestos de los insumos que emplean, entre ellos, productos y servicios como alimentos, higiene y energía, instancias de la cadena donde, como en otros sectores, se repite la carga tributaria.

Los hoteleros porteños refuerzan el reclamo: “Tenemos en promedio la tarifa más baja en la región en hoteles 3 y 4 estrellas, pero el promedio más alto en costos y servicios”, concluyeron./ Clarín