La industria y la construcción mostraron leves señales de recuperación en agosto, aunque siguen por debajo de picos recientes

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó los indicadores de actividad correspondientes a agosto, que dan cuenta de una tenue recuperación en dos sectores clave de la economía: la producción manufacturera y la construcción. Ambos registraron subas mensuales marginales, pero permanecen por debajo de los niveles alcanzados en los meses previos.

Producción manufacturera: un rebote acotado

El índice de producción manufacturera (IPI) anotó en agosto un incremento de 0,6% respecto al mes anterior, desestacionalizado. El dato representa un rebote tras dos meses de caídas consecutivas, aunque la magnitud del avance resulta limitada y la actividad todavía se ubica por debajo del nivel de abril.

Analistas y consultoras habían advertido sobre la volatilidad reciente del sector, afectado por la demanda interna fluctuante, la dinámica de costos y la incertidumbre cambiaria. Si bien la mejora mensual alivia en parte la tendencia negativa de los últimos meses, no alcanza para revertir la pérdida de terreno acumulada durante el semestre.

Construcción: crecimiento marginal y patrón irregular

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) registró un aumento de 0,5% en agosto respecto a julio, en términos desestacionalizados. No obstante, el nivel de actividad se mantiene prácticamente en el mismo punto de fines de 2024 y por debajo del pico observado en abril.

Desde el inicio del año, la construcción mostró un comportamiento en "modo serrucho": subas y bajas alternadas que impiden identificar una tendencia clara de recuperación. Factores como la demanda de obra pública y privada, el financiamiento y las expectativas sobre la inflación y el tipo de cambio influyen en esa volatilidad.

Balance y perspectivas

Los datos de agosto reflejan una mejora puntual en dos sectores que suelen funcionar como termómetro de la actividad económica. Sin embargo, la recuperación es aún frágil: las subas mensuales son pequeñas y ambas series se mantienen por debajo de sus máximos recientes.

Para consolidar una recuperación sostenida será necesario que aumente la demanda agregada, se estabilicen las condiciones macroeconómicas y se recupere la inversión, tanto pública como privada. Mientras tanto, la economía mostrará movimientos erráticos, condicionados por la evolución de la inflación, la política fiscal y la dinámica del mercado de cambios.