La aceleración del tipo de cambio que comenzó en julio y se reafirmó tras las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires dejó huellas visibles en los precios durante septiembre. Aunque la semana previa mostró una moderación relativa, diversos relevamientos privados coinciden en que la inflación mensual quedó por encima del 2%, con estimaciones que se concentran en torno al 2,3%.

Consultores y economistas coinciden en el diagnóstico: el ajuste del dólar operó como canal de transmisión hacia los precios, aunque el grado y la velocidad de ese pass-through varían según la fuerza de la demanda y la estructura de costos de cada sector.

Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, señaló que la inflación de septiembre estaría “en torno al 2%, tal vez un poco más arriba”, y resaltó que tras los comicios bonaerenses se observaron aumentos generalizados que luego se moderaron.

Equilibra, por su parte, estimó un 2,3% para septiembre. Martín Rapetti explicó que, tras la suba cambiaria iniciada en julio, es esperable que parte del impacto se vaya reflejando con el tiempo: “El pass-through es inmediato cuando la inflación es muy alta; en una economía con inflación menor y demanda débil, el traslado es más bajo y lento”. En su relevamiento semanal la consultora detectó una suba de precios de 0,4% en la última semana de septiembre, con estacionales y ropa empujando las subas y un alza notable en cigarrillos que afectó los precios regulados.

EcoGo Consultores también llegó a un 2,3% mensual: Sebastián Menescaldi indicó que los alimentos fueron el motor principal, con variaciones semanales que, acumuladas, llevaron a esa cifra. Según EcoGo, los consumos dentro del hogar y fuera de él explicaron buena parte del salto.

LCG, mediante la economista Melisa Sala, consignó el mismo 2,3%. Su monitoreo mostró que, aunque en la cuarta semana de septiembre los alimentos y bebidas desaceleraron respecto de la semana anterior, el promedio de las cuatro semanas dejó una inflación mensual cercana al 2,3%.

Analytica, en tanto, señaló un moderado traslado del salto cambiario hacia los alimentos y observó una variación semanal en la última semana de 1,3%, con un promedio de cuatro semanas de 2%. Su proyección para el nivel general fue ligeramente menor, en torno al 2,1% para septiembre, con subas destacadas en pescados, mariscos y frutas, y menores incrementos en lácteos y en productos como café, té, yerba y cacao.

Finalmente, el relevamiento de Econviews sobre una canasta de supermercados del Gran Buenos Aires indicó una suba del 1,1% sólo en la cuarta semana de septiembre, pero acumuló 1,9% en las cuatro semanas, cifra que coincide con la inflación oficial de julio y agosto.

En conjunto, los diferentes reportes trazan una imagen coherente: septiembre mostró una inflación mensual por encima del 2%, impulsada por alimentos, estacionales y algunos precios regulados, y con el tipo de cambio como factor de contagio. La velocidad del traslado a precios dependerá en adelante de la dinámica del tipo de cambio, de la demanda interna y de medidas de política económica que puedan moderar o acentuar esas presiones.