La inflación y la salida del cepo impactaron en el precio de la carne
Se registraron subas de hasta el 36% en algunos cortes.
En el panorama económico argentino, a pesar de que se han registrado signos de recuperación, como un crecimiento del 5,7% en el mes de febrero, el consumo de carne vacuna, un alimento esencial en la dieta de muchos argentinos, ha mostrado una tendencia a la baja.
Este fenómeno es particularmente notable entre los sectores más vulnerables de la población, quienes han tenido que adaptarse a un contexto de elevadas dificultades económicas. La sustitución de cortes vacunos por alternativas más asequibles, tales como el pollo, el cerdo y productos básicos como los fideos, el arroz o la polenta, se ha convertido en una práctica común en los hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza.
Esta estrategia de consumo responde a la necesidad de ajustar los gastos familiares en un entorno marcado por la inflación y el aumento de precios.
Recientemente, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) ha reportado aumentos significativos en los precios de los principales cortes de carne. Estos aumentos en los precios se explican no solo por ajustes inflacionarios, sino también por aumentos preventivos relacionados con la devaluación de la moneda. En consecuencia, el acceso a la carne ha dejado de ser una posibilidad para amplios sectores de la población, quienes enfrentan cada vez más restricciones en su capacidad de compra.
Esto plantea un desafío significativo para la seguridad alimentaria y la calidad de vida de muchas familias argentinas.