En un contexto económico marcado por la transformación digital, el Hot Sale de este año ha dejado cifras significativas que merecen ser analizadas. La Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) reportó que la facturación total de las ventas online durante este evento alcanzó los $566.765.864.373, lo que representa un aumento del 63% en comparación con el año anterior. Sin embargo, al considerar la inflación interanual, que se estima en un 43,27%, el crecimiento real se traduce en un 13,77%, sugiriendo que, aunque las ventas han crecido, este aumento ha estado en parte influenciado por el contexto inflacionario. 

El ticket promedio de compra durante el Hot Sale fue de $97.294, lo que refleja un incremento del 43% en comparación con el evento anterior, alineándose con las proyecciones de inflación. Este dato es clave para entender el comportamiento del consumidor en un entorno donde los precios están en constante ajuste. Por otro lado, el número de unidades vendidas llegó a 11.141.268, lo que marca un aumento del 9% en la cantidad de transacciones realizadas por los consumidores. 

Particularmente en la provincia de Tucumán, los comercios que decidieron adherirse a esta estrategia de ventas online lograron un notable incremento en sus ventas, alcanzando un 60%. Este fenómeno resalta el impacto positivo que las plataformas de comercio electrónico pueden tener en el comercio local, especialmente en tiempos donde la digitalización se ha vuelto crucial. 

Además, las facilidades de pago ofrecidas, como la posibilidad de abonar a través de tarjetas de crédito en diversas cuotas, han contribuido a incentivar el consumo. Vendedores locales han mencionado a Los Primeros que estas opciones han sido determinantes para atraer a más compradores, facilitando el acceso a productos que, de otro modo, podrían resultar inaccesibles para algunos sectores de la población. 

Así, el Hot Sale se presenta no solo como un evento comercial, sino como un reflejo de las dinámicas económicas actuales y de las adaptaciones que tanto los consumidores como los comerciantes están realizando en un entorno desafiante. Las cifras, aunque positivas en términos de crecimiento, también invitan a una reflexión más profunda sobre el poder adquisitivo y las condiciones económicas que enfrentan los argentinos.