Más de la mitad de los argentinos se identifica como clase baja o media baja
Un estudio refleja un contraste entre la percepción personal, que muestra una leve mejora, y la visión sobre el país, que se deteriora con fuerza y concentra las mayores preocupaciones en lo económico.
Más de la mitad de los argentinos se reconoce como parte de la clase baja o media baja, según una encuesta de Zentrix Consultora. El estudio revela que esta autopercepción convive con un clima de escepticismo económico, en el que la valoración personal se mantiene estable pero la visión sobre la situación general del país se deteriora con fuerza.
De acuerdo con el estudio, el 40,5% de los consultados afirma que su situación económica personal es mala o muy mala. Este número, sin embargo, representa una leve mejora en relación con julio, ya que marca un retroceso de 2,1 puntos porcentuales. En contraste, la mirada sobre el panorama nacional es más negativa: el 64% califica la situación del país como mala o muy mala, lo que significa un deterioro de 11,2 puntos frente al mes anterior.
El informe señala que “existe una diferencia entre la percepción personal y la evaluación del contexto general: mientras la visión individual parece estabilizarse, la valoración sobre el rumbo del país empeora”. La grieta política también se manifiesta en estos resultados: entre quienes votaron a Javier Milei en el balotaje 2023, la negatividad sobre la situación nacional llega al 34,2%, mientras que entre los votantes de Sergio Massa casi la totalidad expresa una visión crítica.
Confianza en las estadísticas oficiales
El sondeo también refleja un aumento del escepticismo en relación con las cifras oficiales. El 67,4% de los encuestados sostiene que los datos de inflación del Indec no reflejan el aumento real del costo de vida, un nivel que implica un incremento de 10,7 puntos respecto a julio.
Si se hace una distinción por inclinación política de los votantes, se encuentran diferencias notorias. Entre quienes votaron a Milei, la confianza respecto a las estadísticas de inflación llega al 52,2%, mientras que, entre los votantes de Massa, la visión positiva es de apenas el 4,7%
Para Zentrix, esta pérdida de confianza profundiza el malestar económico y acentúa la percepción de desconexión entre los indicadores oficiales y la experiencia cotidiana de los hogares.
Las principales preocupaciones
La economía sigue siendo el eje central de las preocupaciones ciudadanas. A nivel general, el 28,5% de los encuestados menciona la situación económica y la inflación como el principal problema del país, seguido por la corrupción (22,3%), el desempleo (16%) y la inseguridad (12,6%).
Sin embargo, al segmentar por orientación política, se se vuelven a observar diferencias. Entre los votantes de Milei, la corrupción encabeza las inquietudes con 24,6%, seguida por la inseguridad (21,6%) y la situación económica (18,6%). En cambio, los votantes de Massa ponen el foco casi exclusivamente en lo económico: 37,9% señala la situación económica y la inflación como el principal problema, 20,3% menciona el desempleo y 20% la corrupción.
El estudio concluye que, “aunque la economía aparece como la preocupación dominante, la lectura de prioridades varía de manera significativa según la identidad política del electorado".
Quiénes son los principales beneficiados
Finalmente, los encuestados fueron consultados sobre quiénes consideran que se ven favorecidos por las políticas económicas y sociales del Gobierno nacional. El 67,8% respondió que la clase alta es la principal beneficiada por las medidas implementadas por la administración de Javier Milei.
“Esta percepción refleja una lectura crítica extendida sobre la orientación distributiva de las políticas actuales y refuerza el clima de malestar respecto a la equidad en el reparto de costos y beneficios”, señala el informe. Según Zentrix, la percepción de inequidad en el reparto de costos y beneficios es un factor central para comprender el humor social actual.
En sus conclusiones, el informe resalta que el escenario combina tres dimensiones: la autodefinición social hacia estratos bajos, el deterioro de la confianza en los datos oficiales y la fuerte percepción de desigualdad distributiva. / Infobae