En el contexto de la industria alimentaria argentina, Molinos Río de la Plata se erige como una de las empresas más representativas y de mayor trayectoria. Sin embargo, el primer semestre de 2025 se ha presentado como un período desafiante para la compañía, que reportó una pérdida neta de $19.485 millones, según el balance que presentó ante la Comisión Nacional de Valores (CNV). Las causas de este resultado negativo están vinculadas a la discrepancia significativa entre los costos de venta y los ingresos generados, en un entorno marcado por la alta inflación y una notable caída en el consumo interno. 

La empresa, parte del grupo Pérez Companc, argumenta que los costos de venta unitarios han aumentado de manera nominal a un ritmo superior al de los precios de venta, lo que ha llevado a un resultado inevitablemente adverso. Durante el primer semestre, Molinos Río de la Plata reportó ingresos netos de $437.542 millones, un 19,7% menos en términos reales en comparación con el mismo período del año anterior. A pesar de un aumento del 1,9% en el volumen de ventas en el mercado local, los precios de venta se ajustaron en un promedio del 11,1%, en un contexto de inflación que se aproxima al 40%. Este desajuste en el crecimiento de costos y precios ha impactado directamente en la rentabilidad de la empresa, que enfrentó un resultado operativo negativo de $20.242 millones, un deterioro notable en comparación con el resultado positivo de $15.442 millones reportado en el primer semestre de 2024. 

Molinos: Pérdidas de $ 20.000 millones en el primer semestre por la crisis del consumo

El costo financiero ha acentuado aún más este escenario complicado, llevando a un resultado neto antes de impuestos con una pérdida de $31.588 millones. Aunque los ingresos por exportaciones experimentaron un crecimiento del 21,8% en volumen, este incremento no fue suficiente para contrarrestar el impacto negativo en el mercado local. En el balance, la compañía subraya que, a pesar de un consumo interno aún deprimido, se ha enfocado en preservar el posicionamiento de sus marcas y garantizar la accesibilidad de sus productos. Esta estrategia ha permitido un aumento generalizado en la participación de mercado en comparación con el año anterior. En términos de segmentos, los alimentos siguen siendo la principal fuente de ingresos, representando el 93% del total, con un volumen total vendido de 219.673 toneladas, reflejando mejoras tanto en el mercado local como en las exportaciones. 

Por otro lado, el sector de bodegas ha sido el más afectado, con una caída del 15% en las ventas totales interanuales. Las ventas locales se redujeron de 835.981 a 684.402 cajas, mientras que las exportaciones también mostraron una disminución, pasando de 198.286 a 193.085 cajas. A pesar de estos desafíos, la empresa ha implementado planes de eficiencia y control de gastos, evidenciados por una mejora en los costos de venta y en los gastos de comercialización y administración, que en conjunto han mejorado 8,6 puntos porcentuales sobre las ventas en comparación con el trimestre anterior. Sin embargo, los flujos operativos continuaron siendo negativos, alcanzando los $16.962 millones, lo que indica una presión significativa sobre la caja de la empresa. 

Molinos: Pérdidas de $ 20.000 millones en el primer semestre por la crisis del consumo

Mirando hacia el futuro, Molinos Río de la Plata busca revertir la situación actual apoyándose en una recuperación progresiva del ingreso disponible de los hogares. La empresa ha expresado su intención de equilibrar gradualmente el desfasaje entre el aumento de precios y los costos de venta. A finales de julio, la calificadora Fix mantuvo la nota crediticia de la firma en AA(arg) con perspectiva estable, considerando que el deterioro es de naturaleza coyuntural. Entre los aspectos positivos, se destaca la sólida posición de mercado de la compañía, su capacidad de acceder a financiamiento y su control sobre los costos. Se estima que Molinos podrá restablecer su rentabilidad hacia 2026, a medida que las condiciones macroeconómicas mejoren. Actualmente, la empresa opera 11 plantas de alimentos y 3 bodegas en el país, y mantiene un portafolio de marcas líderes en diversas categorías. 

De cara al futuro, Molinos Río de la Plata reafirma su compromiso de continuar enfocado en el consumidor, sus marcas, así como en la productividad y eficiencia, con el objetivo de ofrecer productos cada vez más saludables, sabrosos, prácticos y accesibles para los argentinos.