Desde la hora cero de este miércoles, las petroleras aplicaron una suba del 27 por ciento en el precio de sus combustibles, lo que podría elevar el valor del litro de súper por encima de los $ 700 en algunas localidades del país, entre ellas la Ciudad de Buenos Aires.

Se trata del primer incremento de 2024, tras haber acumulado fuertes subas en diciembre, como consecuencia de la devaluación del peso y el final del control de precios.

En detalle, si el aumento es finalmente del 27 por ciento, el litro de súper saltará de los actuales $ 553, valor promedio que se paga en Buenos Aires, a $ 702.

La nafta premium, por su parte, podría llegar a los $ 868, el diésel común a $ 750 y el diésel euro a $ 944.

De todas formas, se trata sólo de cálculos estimativos realizados sólo en base a los valores en surtidor de YPF, la empresa de mayor participación en el mercado.

Tercer aumento en un mes

El actual incremento es el tercero en menos de un mes. El primero de gran magnitud se registró en la última semana del gobierno de Alberto Fernández, cuando las refinerías aumentaron sus precios un 30 por ciento, aprovechando el fin del congelamiento firmado con la gestión anterior.

Después, tras el salto del dólar oficial que se dio el miércoles 13 de diciembre, los valores en boca de expendio volvieron a incrementarse y, a pocas horas del debut del nuevo precio del dólar, las compañías definieron aumentos de entre el 30 y el 37 por ciento en todos sus combustibles.

Con este nuevo aumento el litro de nafta se acerca velozmente al valor histórico de un dólar. Con un incremento del 27 por ciento de la nafta súper promediará los $700 y la premium se venderá aproximadamente en $900.

Al menos por ahora se prevé que sean las petroleras privadas las que apliquen el ajuste de precios: desde YPF aún no hay confirmación.

Traslado de costos

La decisión sería consecuencia directa de la medida de la secretaría de Energía, que el 28 de diciembre dispuso incrementos para el biodiesel y el bioetanol que van del 28,45 por ciento al 34,44 por ciento.

Se esperaba que las petroleras trasladen, al menos en parte, el mayor costo al precio final de los combustibles, pero a la vista de los porcentajes, la incidencia aparenta ser total.

El aumento anterior había ocurrido el 8 de diciembre, con las petroleras privadas a la cabeza y un promedio de 30 por ciento. Una semana más tarde ajustó YPF.

Una semana antes, las petroleras habían retocado sus valoes de venta un 7 por ciento en acuerdo con el Gobierno dentro del marco de los acuerdos de combustibles. En noviembre, el ajuste había sido del 12 por ciento.

En 2023, los precios de la nafta y el gasoil tuvieron incrementos todos los meses, salvo en septiembre.

En números, el litro de súper comenzó el año en $ 150,90 y finalizó en $ 553, lo que representa un incremento del 266,22 por ciento. Mientras que el litro de premium pasó de $ 185,90 a $ 684, lo que implica una evolución del 267,74 por ciento.