Oferta por Carrefour: empresarios extranjeros y argentinos compiten por adquirir sucursales
Carrefour impulsa la enajenación de sus aproximadamente 700 sucursales en Argentina, desencadenando una competencia entre empresas locales e internacionales por la adquisición de la red
Carrefour Argentina avanza en la venta de su red local, integrada por cerca de 700 sucursales distribuidas en diversos formatos —desde hipermercados hasta tiendas de conveniencia— y en todo el territorio nacional. La operación, coordinada por Deutsche Bank, se perfila como una de las más importantes del sector supermercadista de los últimos años y atrajo el interés de empresarios nacionales y de inversores extranjeros.
Entre los postulantes figuran conglomerados con trayectoria en el rubro y fondos internacionales que buscan ampliar su participación aprovechando la capilaridad territorial de Carrefour. Según reportes de prensa, el grupo chileno Cencosud (propietario de Jumbo, Disco y del mendocino Vea) se posicionó como uno de los candidatos más relevantes para adquirir la totalidad del paquete, tras su reciente compra de Makro y Basualdo por 122,5 millones de dólares. Fuentes del grupo indicaron que su objetivo es ampliar la presencia territorial y generar sinergias con las marcas que ya opera.
También se menciona al fondo estadounidense Klaff Realty, que ya opera en Uruguay con más de 100 sucursales y una facturación anual reportada cercana a 750 millones de dólares, como oferente estratégico. En el plano local, figuras del comercio minorista como Francisco De Narváez —propietario de Ta-Ta en Uruguay y actual titular de Walmart Argentina— y Alfredo Coto han sido señalados como potenciales compradores o interesados en quedarse con parte del negocio. Asimismo, aparecen en la nómina Sophia Capital, la familia Braun (controladora de La Anónima), Rubén Cherñajovsky (grupo Newsan) y el fondo Inverlat (dueño de Havanna), entre otros, que concentran su interés en segmentos o regiones que complementen sus operaciones existentes.
La eventual venta de Carrefour tendrá efectos significativos sobre la estructura del mercado minorista argentino. Un traspaso completo a un actor de gran envergadura como Cencosud podría acelerar procesos de concentración regional y generar economías de escala; en cambio, una distribución del activo entre varios grupos locales e inversores extranjeros facilitaría mantener —o restablecer— un mayor equilibrio competitivo en distintas áreas del país.
Más allá de la composición accionaria definitiva, la operación incidirá en temas sensibles: empleo —dado que Carrefour emplea a miles de trabajadores—, la cadena de proveedores locales y la relación con los consumidores. Cambios en la gestión y en las políticas comerciales de las nuevas administraciones podrían repercutir en condiciones de abastecimiento, estructura de precios y formatos de tienda.
El proceso se enmarca en un contexto económico complejo: alta inflación, volatilidad cambiaria, presión impositiva y caída del consumo masivo, factores que condicionan la rentabilidad de grandes formatos y las decisiones de inversión. Analistas subrayan que las medidas de política económica del Gobierno nacional —en materia de estabilidad macroeconómica, incentivos fiscales y regulación comercial— serán determinantes para el desenlace de la operación y su impacto en el sector.
En síntesis, la venta de Carrefour constituye un punto de inflexión potencial para el retail argentino. El resultado —concentración por escala regional o redistribución entre múltiples actores locales e internacionales— marcará la dinámica futura de supermercados, empleo y consumo en el país.