El consumo lleva 20 meses consecutivos entre fuertes caídas y repuntes insignificantes. Los supermercados e hipermercados están frente a una gran incertidumbre: qué pasará con las elecciones y si un resultado u otro beneficiará o perjudicará a diciembre, que suele ser el mes de mayores ventas, pero que hasta ahora es una incógnita y no da signos esperanzadores.

“Un buen diciembre puede salvarte el año”, resumió un referente de una cadena de supermercados. Navidad, Año Nuevo, las juntadas de fin de año y las vacaciones son motores que hacen que el último mes del año suela ser un boom de ventas. Pero esa realidad quedó trunca en 2024, cuando los centros de compra registraron una caída mensual del 17,9% y el año terminó con un desplome del 13,9%, según la consultora Scentia.

Por la crisis del consumo, supermercadistas anticipan un diciembre negro

Para el 2025, “no hay ningún dato objetivo que permita pensar que puede ser mejor que 2024", planteó otro empresario del consumo masivo. De acuerdo a la misma entidad de estadística, la medición actual acumula un 1,2% y se espera que al mes 12 el total sea del 2%. Una pizca de recuperación y el síntoma de una combinación entre salarios planchados, la pérdida de empleo y la competencia que le hacen la suba de los servicios y otros gastos inflexibles al bolsillo.

En este contexto, el presidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Tucumán, Guillermo Saccomani, aseguró que la situación del rubro es “muy difícil, muy complicada y este sistema ayuda bastante a aumentar las ventas en los supermercados, pero hoy en la actualidad estamos en una estanflación”.

Además agregó que “esta situación es complicada. Vienen habiendo bajas mes a mes, momentos complicados y de gran incertidumbre. Estamos en un proceso de inflación con recesión", señaló.

Redistribución del consumo a los almacenes

Los comercios de barrio, en cambio, están en otra posición. Como el hábito de compra pasó de grandes volúmenes —como en 2023, cuando la inflación acelerada hacía barato el stock— a compras individuales y en almacenes de cercanía. “Bajó el ticket, pero ganamos caudal de gente. Si antes compraban 10 personas $100 cada una, ahora son 30 que compran $80. Tienen menos poder adquisitivo, pero vienen más”, advirtió una fuente del sector.

Para diciembre, la estrategia de estos comercios será la canasta navideña. En 2024 el combo que incluía una sidra, pan dulce, budín, turrón y una garrapiñada estaba $5000. Ahora la intención es que esa canasta conserve el mismo precio.