Tras las recientes elecciones en la provincia de Buenos Aires, la cotización del dólar oficial mostró una marcada inestabilidad y rompió la banda de fluctuación que había fijado el gobierno nacional. Aun así, esos vaivenes de la moneda extranjera no se tradujeron en movimientos especulativos dentro del mercado de frutas y hortalizas.

En el Mercofrut de Tucumán, su presidente, Eduardo Martín, explicó que los precios en la plaza mayorista se mantienen por ahora estables, pese a la volatilidad cambiaria. La única excepción fue la palta: su precio registró un alza motivada porque una porción importante del abastecimiento procede de Brasil y Chile, países donde la cotización local y los costos logísticos influyen directamente en la oferta.

En contraste con la relativa calma en las góndolas, el tipo de cambio sí está impactando a los productores. Muchas de las herramientas, fertilizantes, semillas y otros insumos se compran en moneda extranjera, mientras que las ventas se realizan en pesos. Esa brecha entre costos dolarizados y facturación en moneda local profundiza márgenes negativos y provoca pérdidas en el sector, un efecto que preocupa a los agricultores y a las cadenas de producción vinculadas.

Así, la estabilidad del precio al público convive con la presión sobre los productores, una tensión que podría trasladarse al mercado si la cotización del dólar sigue sin estabilizarse o si aumentan los costos internacionales de insumos. Por ahora, los operadores del Mercofrut monitorean la evolución del tipo de cambio y la disponibilidad de importaciones para evitar desajustes mayores en la próxima temporada.