Qué puede pasar con el dólar y los mercados después de las elecciones
Los analistas plantean escenarios en base al resultado electoral del oficialismo. Entre las señales políticas del Gobierno y el apoyo de EEUU, los factores centrales
Hace unos días se formalizó la firma de ese swap, el Tesoro de EE. UU. puso más de USD 2.000 millones en el mercado, Donald Trump recibió a Javier Milei en la Casa Blanca, el Gobierno habló de un plan de recompra de bonos en dólares y el propio Milei dijo que los USD 20.000 se usarán para pagarle a los bonistas si fuera necesario.
Pese a todo eso, el Gobierno llegó a las elecciones con un riesgo país de 1.081 puntos y un dólar que trepó a $1.490, el techo de la banda.
En medio de la incertidumbre y la ausencia de encuestas certeras, el escenario financiero para “el día después” anticipa que un mal resultado para el oficialismo agravará la reacción de los mercados, mientras que un triunfo de LLA impulsará el valor de los activos argentinos, a la vez que puede desarmar parte de la dolarización extrema de las últimas semanas.
Los analistas coinciden en un “escenario base” que sería el de menor impacto para el mercado: LLA sumando un tercio de los votos a nivel nacional. Un número entre el 30% y el 35%, el más esperado por el mercado, es el que determina la frontera. Por encima de esa franja, habrá festejos y suba en los precios de los activos y, tal vez, la venta de parte de los dólares comprados bajo presión. Por debajo del 30%, el mercado espera todo lo contrario: números en rojo y un dólar más alto que puede hacer caer el esquema de las bandas cambiarias.
Otra forma de medir ese escenario base, más allá del porcentaje, es que Milei consiga suficientes “héroes” en el Congreso que lo ayuden a refrendar sus vetos, algo que no consiguió este año en leyes como el financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad. “Lo mínimo que espera el mercado para considerar favorable el resultado es que el oficialismo logre conseguir los 86 diputados necesarios para alcanzar la capacidad de bloqueo y, de esa forma, defender los vetos presidenciales”, puntualizó un informe de Grupo IEB.
En este escenario intermedio, la consultora Outlier espera un Gobierno “sin demasiado margen para redefiniciones políticas y económicas. Aquí luce difícil que no haya redefinición del régimen cambiario y no solo del monetario”.
“Un resultado ajustado, con leve mejora del oficialismo, implicaría una recuperación moderada”, apuntó Mariano Ricciardi, de BDI, para quien un 35% habilita un “apoyo parcial” del Congreso para que Milei sostenga su plan económico, con bonos que podrían “subir levemente” y un dólar estable que no puede evitar que persista la “demanda de cobertura”.
Por debajo del 30% para LLA, claramente cambian las expectativas porque el Gobierno quedaría sin capacidad de veto y con riesgo de perder el respaldo externo, tal como Donald Trump lo hizo saber cara a cara con Milei en Washington días atrás.
En ese caso, el dólar podría dar otro salto. “El mercado anticiparía presión cambiaria, corrección de bonos y suba del riesgo país por encima de los 1.000 puntos, obligando al Banco Central a intervenir para contener la brecha”, señaló Ricciardi.
En lo que hace al precio de los activos, aún con una mala elección del Gobierno, no se espera una caída dramática ya que muchos precios ya incorporaron el mal desempeño de LLA tras el resultado bonaerense. Por ello, parte de esa derrota ya está en la cotización de algunas acciones y de los bonos soberanos desde el 7 de septiembre.
A excepción de una derrota drástica, que hoy tiene baja probabilidad, no se ven chances de un cambio del dólar para los próximos días. En primer lugar, por la reiterada afirmación del ministro de Economía Luis Caputo de que las bandas cambiarias seguirán adelante; modificarlas en lo inmediato no sería una buena señal.
También hay un dato duro: una devaluación por encima de la banda cambiaria antes de que termine octubre implicaría un costo alto por la posición oficial en bonos ajustados por dólar y en el mercado de futuros.
“Ante la presión dolarizadora, el Tesoro Nacional ofreció instrumentos dollar-linked como cobertura al tiempo que el BCRA intensificaba sus operaciones de venta de dólar futuro”, explicó el economista Ramiro Tosi, de Suramericana Visión. En ese sentido, destacó que hay USD 3.200 millones en la letra que vence el 31 de octubre y una posición en ROFEX por USD 1.620 millones.
“Si se produjera un ajuste del tipo de cambio luego de las elecciones, habría un efecto directo sobre los cerca de USD 5.000 millones en ambas operatorias”, advirtió Tosi. Si hubiese un nuevo esquema cambiario, “simplemente moviendo la fecha de implementación al lunes 3 de noviembre se evitarían pérdidas tanto para el Tesoro como para el BCRA”.
Un triunfo libertario claro, más cerca del 40%, podría acelerar una desdolarización, mantener al dólar más lejos del techo de la banda y sostener el esquema actual durante algún tiempo. Eso haría bajar al dólar en el corto plazo aunque con ciertos límites, por dos razones: la poca oferta agroexportadora restante hasta fin de año, que se aceleró por la baja de retenciones, y la necesidad del propio Gobierno de comprar dólares para empezar a acumular reservas.
Si el Gobierno llegara a ese apoyo electoral, “se espera baja del dólar financiero hacia $1.300/1.350, rally en bonos y acciones —particularmente en el sector energético y bancario— y una reducción del riesgo país”, anticipa Ricciardi, quien recuerda lo dicho días atrás por Ricardo Arriazu, uno de los economistas más escuchados por Milei: “Con ese piso y el apoyo de EE. UU., la economía cambia de la noche a la mañana”.