Qué riesgos tiene la nueva condición que puso Milei para salir del cepo
El Presidente habló de la necesidad de que existe una “convergencia entre la tasa de devaluación y el nivel de precios”
El presidente Javier Milei sumó una nueva condición que tendrá en cuenta el Gobierno antes de eliminar el cepo cambiario, en medio del la presión sobre los dólares paralelos y el recalentamiento de la brecha cambiaria. El mandatario detalló que la inflación debe llegar primero a niveles cercanos a cero para converger con una devaluación del tipo de cambio oficial en esa magnitud, antes de avanzar con la liberación de ese mercado.
“Se tienen que dar tres condiciones en conjunto... Terminar con los pasivos remunerados, terminar con los PUTs y convergencia de la inflación con la de devaluación en un entorno cercano a cero mensual”, enumeró el mandatario en su cuenta de X. Luego, en la Bolsa de Comercio, volvió sobre el tema: “Había que alcanzar el equilibrio fiscal, adentro; terminar con los remunerados, adentro; los puts los tenemos jaque mate; lo otro que necesitamos es la convergencia de la tasa de inflación con la de devaluación. Cuando alcancemos la inflación del 2% mensual, vamos a 1% y cuando haya desaparecido en niveles cercanos a 0, tendremos que elegir si vamos a un esquema de devaluación cero, o si dejamos flotar”.
La primera pregunta que se presentó frente al nuevo requerimiento del que habló Milei para liberar las restricciones cambiarias está vinculado a la evolución del índice de precios. ¿Es posible que la inflación llegue a cero? Los economistas coinciden en que esa situación solo podría darse en una situación momentánea y no como un proceso sostenible, al menos en el corto o mediano plazo.
En concreto, mencionan la necesidad de observar el proceso de desaceleración de precios como una tendencia que se mantenga e insisten con que no sucederá en los próximos meses. De hecho, barajan que, hasta fin de año, el indicador mensual de inflación rondará el 4%.
“Los procesos de desinflación llevan mucho tiempo, años, por lo que un mes o dos pueden dar inflación cero, pero de ahí a que muchos meses den cero lo veo muy poco probable en el corto plazo”, evaluó el economista de Eco Go, Lucio Garay Méndez.
En primer lugar, porque todavía queda pendiente ajustar los precios de algunos servicios regulados -por ejemplo, aún está previsto quitar subsidios a las tarifas de energía-, lo cual sumará más combustible a la inflación para el segundo tramo del año. “Sería un buen escenario si el Gobierno logra que se ubique cercana al 4% mensual hasta fin de año e ir generando las condiciones para que continúe a la baja en 2025″, describió Claudio Caprarulo, de Analytica.
“Los desafíos en ese sentido son muy amplios, tanto por la necesidad fiscal de continuar con la recomposición de tarifas de servicios públicos como por la falta de dólares para sostener un crawling peg del 2%”, agregó.
“Todavía falta que se sigan corrigiendo precios relativos y eso va a contribuir a sostener la inercia. Puede discutirse si los próximos meses la inflación va a estar en torno de 4, 5 o 6% mensual, pero creo que ni los más optimistas piensan en 0. Bajo este escenario también me cuesta pensar que el crawling peg pueda ser menor al 2% actual porque eso implicaría que el tipo de cambio real se aprecie más. Entonces lo que veo es que, o vamos a tener cepo más tiempo de lo que pensamos, o la salida se va a dar sin que se cumpla esa condición”, planteó Alejandro Giacola economista de Econviews.
A este panorama también hay que sumarle la necesidad de sostener cierta estabilidad en el frente cambiario, ya que ante mayores movimientos en las cotizaciones financieras, la principal preocupación es que haya traslado a los precios.
“Se necesita mayor tranquilidad en los dólares financieros, la eliminación del impuesto PAIS y evitar acelerar el ritmo del crawling peg. Por otro lado, el superávit fiscal es la base del programa antiinflacionario y la transferencia de los pases pasivos del BCRA al Tesoro termina de cerrar la estrategia de no emisión”, añadió el consultor financiero Federico Domínguez.
Más tiempo para la salida del cepo
Más allá de la posibilidad de tener un índice de inflación cero, aparecen otros puntos adicionales. Por un lado, que en sus últimos mensajes el Presidente evitó hablar sobre la escasez de divisas y las dificultades que tendrá el Banco Central para sumar reservas si es que se quieren desarmar las restricciones cambiarias.
Pero además, los especialistas refuerzan que si el Gobierno suma una nueva “cláusula” a la lista de deberes para quitar el cepo, entonces todo llevará más tiempo. “Esta nueva condición que puso Milei no menciona quizás la más importante, que es la cantidad de dólares que puede tener disponible el Banco Central para levantar el cepo. Esto puede estirar un poco más los plazos”, analizó el economista de CESUR, Amilcar Collante.
Por último, la premisa de la convergencia entre la tasa de inflación y devaluación al 0% esconde también otra cuestión clave: ¿Cuál será el precio del dólar cuando se desarme el cepo? “El principal riesgo es que el mercado especule con una salida del cepo a un tipo de cambio más cercano a los dólares financieros y eso produzca un aumento de la inflación”, resumió Domínguez.
“Creo que lo que marca en el fondo es que el Gobierno quiere matar la inercia inflacionaria y también está ciertamente preocupado de que en el momento en que para cuando se levante el cepo no esté esa inercia ni haya tanto traslado a precios. Es necesario un salto cambiario para hacer la salida del cepo, que no sabemos de cuánto será ni a qué régimen vamos, pero es claro que hay un riesgo inflacionario en el medio”, reflexionó Collante.
“Se puede salir del cepo, pero con grandes costos si el Banco Central está descapitalizado, por lo que primero el BCRA debería acumular reservas y hoy con este tipo de cambio oficial y el dólar blend se le hace muy difícil recomponer su activo. De salir prematuramente del cepo, es probable que tengas más volatilidad que complique tu objetivo de bajar la inflación”, completó Garay Méndez.