Riesgo país sube a 829 pb: causas, consecuencias y perspectivas
El índice experimentó un salto de casi 100 puntos respecto del lunes, luego de haber registrado una suba previa del 1,6% en la víspera, que reflejó el aumento de la sobretasa que pagan los bonos argentinos frente a los del Tesoro de Estados Unidos
Al inicio de la semana, la plaza financiera argentina vivió una jornada de alta volatilidad que volvió a poner en primer plano la fragilidad de su acceso a los mercados internacionales. El martes 26 de agosto, el riesgo país —el indicador calculado por el Banco JP Morgan que mide la sobretasa que exigen los inversores por los bonos argentinos frente a los del Tesoro de Estados Unidos— trepó hasta 829 puntos básicos, cercano a un salto de casi 100 puntos en una sola jornada tras un avance del 1,6% registrado el lunes.
La ola de ventas que se había desatado a partir del lunes se explicó por un clima de incertidumbre política y por tensiones vinculadas al sistema bancario, factores que impulsaron a los inversores a reducir exposición a activos argentinos. Entre los títulos que sufrieron mayores correcciones se contaron bonos en dólares como el AE38D (-4,3%), el AL29D (-3,8%) y el AL35D (-3,5%).
Ese cuadro mostró, empero, signos de cierta estabilización al día siguiente:Categoría Activo Variación Bonos soberanos (dólares) Global 2041 +0,49% Global 2046 +0,48% Bonar 2038 +0,38% Acciones argentinas (Wall Street) Transportadora de Gas del Sur (TGS) +1,76% Loma Negra +1,11% Central Puerto +0,87% Banco Macro +0,67% BBVA Argentina +0,63% Pampa Energía +0,06% YPF +0,13%
El incremento del riesgo país plantea un desafío concreto para la gestión del presidente Javier Milei, que fijó como objetivo reducir ese indicador a un rango de 300 a 400 puntos para facilitar la refinanciación de la deuda en dólares con vencimiento en 2026. Sin embargo, analistas consultados subrayan que el calendario electoral y el ruido político local actúan como límites a mejoras sustantivas en el corto plazo: la percepción de riesgo soberano no depende solo de fundamentos económicos, sino también de la estabilidad política y de señales claras sobre la estrategia de pago y de sostenibilidad fiscal.
Así, la dinámica reciente refleja una tensión clásica en economías con alta exposición a factores políticos: movimientos bruscos de mercado que pueden moderarse con correcciones técnicas, pero que difícilmente desaparezcan mientras persistan las dudas sobre la corriente de políticas y el perfil de financiamiento del país. Para el gobierno, cada repunte del riesgo país significa un aumento del costo potencial de acceso al crédito y una presión adicional sobre las decisiones de política económica en los meses que quedan hasta los vencimientos clave.
En resumen, la fuerte caída inicial de los bonos y el salto del riesgo país dejaron en evidencia la sensibilidad del mercado a la agenda política y financiera local. El leve rebote posterior otorgó alivio temporal, pero no eliminó las dudas de fondo que condicionan la posibilidad de una mejora sostenida en el indicador en el horizonte inmediato.