Desde el pasado domingo, la planta de Scania en Tucumán ha detenido sus actividades por un período inicial de siete días, como consecuencia de dificultades en la producción a nivel global que afectan a la empresa. Esta pausa forma parte de un plan más amplio que contempla la suspensión de labores durante un total de 40 días hasta fin de año.

La decisión fue comunicada a los trabajadores por la directiva de la empresa, generando preocupación en el ámbito local. Luis Diarte, secretario general de SMATA, manifestó en diálogo con Los Primeros que, si bien hasta el momento esta medida no ha impactado en los salarios, existen riesgos para la continuidad laboral, evidenciados por la presencia de retiros voluntarios entre el personal.

La planta tucumana, dedicada a la fabricación de componentes para cajas de cambio y transmisiones, emplea a aproximadamente 520 trabajadores en planta permanente y cerca de 110 colaboradores tercerizados. Esta situación refleja la fuerte interdependencia entre las distintas plantas del grupo Scania y pone de manifiesto los desafíos actuales que atraviesa la industria automotriz en la región.

En respuesta a estas circunstancias, la empresa emitió un comunicado con el objetivo de brindar tranquilidad a sus empleados. Dante Gonella, director de la planta, declaró a Los Primeros que la implementación de las suspensiones laborales durante la semana del 16 al 22 de junio busca preservar el equilibrio productivo y proteger las fuentes de trabajo. Además, indicó que dichas suspensiones incluyen el pago de una compensación no remunerativa para mitigar el impacto económico en los trabajadores.

Dante Gonella, Director de la planta de Scania en Tucumán

Gonella agregó que esta medida se alinea con prácticas adoptadas en situaciones similares y reafirmó el compromiso de Scania con el diálogo permanente, el respeto hacia las personas y la sostenibilidad de sus operaciones en el país.