El Gobierno busca avanzar en las negociaciones de un  nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)  que podría marcar un punto de inflexión en la economía. El objetivo es implementar un plan que permita levantar gradualmente los controles de capital  y transitar hacia un  régimen cambiario más flexible , pero estas se concretarían después de las  medidas legislativas  de octubre de 2025.

Así lo prevé el informe “Latin America Economics Analyst”, de  Goldman Sachs . Esta estrategia responde a consideraciones tanto políticas como económicas y es  alentadora en materia de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), baja de la inflación y sostenimiento del superávit.

Se podría mantener el cepo hasta después de las elecciones

En principio, la entidad indicó que el acuerdo con el FMI incluiría  desembolsos positivos  que fortalecerían las reservas internacionales del Banco Central, que están bajo presión debido a los pagos de deuda. Con esta “munición financiera”, el gobierno tendría  mayor margen para desmontar el entramado de controles del mercado cambiario .

La entidad financiera internacional reconoció que los  tiempos políticos  que marcan las elecciones de medio término, influirán en la decisión de levantar o no el cepo cambiario y soltar la evolución del tipo de cambio oficial.

“Un desmantelamiento más rápido y profundo de los controles existentes puede  agregar presión sobre la moneda y la inflación . La  reducción de la inflación  ha sido un logro clave del ajuste macroeconómico centrado en lo fiscal de la administración de Milei y un factor clave detrás de su resistente popularidad. Como tal, las renovadas presiones inflacionarias podrían convertirse en una  desventaja política  antes de las elecciones legislativas de mitad de período de octubre”, sostuvo el reporte.

Y agregó que, en ese contexto, esperan que la administración siga un camino de levantamiento gradual e incremental de los controles de capital y financieros durante este año. Sin embargo, no esperan que la  flexibilización del régimen cambiario llegue antes de las elecciones de octubre .

Las proyecciones de Goldman Sachs para el PBI, la inflación y los salarios

“Se proyecta que la Argentina crecerá en 2025 después de dos años de caída del PBI, convirtiéndose en el principal motor de avance de la región. Es el único país que se espera que  rompa la barrera del 3% de tasa de crecimiento  este año”, indica el informe.

“La administración de Milei logró un  ajuste fiscal  más profundo y rápido de lo esperado inicialmente (en camino hacia un pequeño superávit fiscal global en 2024) y está firmemente comprometida a construir un ancla fiscal estructural sólida. El fuerte pilar fiscal y el control estricto de la moneda deben ayudar a consolidar y profundizar las  ganancias de desinflación  a finales de 2024”, enfatizó el documento.

En cuanto a los precios, los analistas de  Goldman Sachs  prevén que el  entorno inflacionario  mejore visiblemente, pasando de un 118% proyectado en 2024 a  un 30% en 2025 , el nivel más bajo desde 2017. “Nuestra proyección supone una moneda más competitiva en algún momento de 2025. La intención declarada de la administración de  desacelerar el ritmo de depreciación del tipo de cambio a un 1% mensual  reduciría las presiones inflacionarias, pero con el riesgo de aumentar la apreciación del peso”.

Siguiendo las proyecciones, el banco internacional dijo que el fuerte ajuste fiscal no solo generará dividendos positivos en términos de inflación, sino también en términos de crecimiento y ganancias salariales reales. El reporte resaltó que, pese a la caída del 2,6% en el PBI para 2024, los indicadores de alta frecuencia muestran que la actividad real comenzó a recuperarse ya en la segunda mitad del año pasado, generando una importante base estadística de crecimiento para 2025 de 1,7 puntos.

“Esperamos que la recuperación continúe a lo largo de 2025 y pronosticamos  una expansión del 3,5% ,  respaldada por un crecimiento salarial real positivo, el aumento del crédito al sector privado, la mejora del sentimiento empresarial y del consumidor, y el impulso a la productividad proveniente de un fuerte esfuerzo de  desregulación y reformas microeconómicas . Los riesgos para el crecimiento están sesgados alza y no se puede descartar una tasa de crecimiento del 4%”, sostuvieron los analistas.