Tucumán, entre las provincias con aumento del empleo privado
Desde la asunción de Javier Milei como presidente, únicamente cuatro distritos del país lograron mantener los puestos registrados en el mismo nivel.
Entre noviembre de 2023 y julio de 2025, el panorama del empleo registrado en Argentina mostró matices regionales que dibujan tanto resiliencias locales como efectos generalizados de contracción. Según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), a nivel nacional el empleo privado registrado cayó 2%, mientras que en varias provincias se registraron desempeños dispares: solo Neuquén (+3,6%), Mendoza (+1,5%), Tucumán (+0,8%) y Río Negro (+0,2%) lograron superar los niveles previos al cambio de gobierno. En el mismo lapso se perdieron 253.728 puestos de trabajo registrados en unidades productivas, una merma del 2,4% que equivale a más de 416 puestos menos por día. El sector de la construcción fue el más afectado en términos absolutos, con una reducción de 83.802 trabajadores, y también se observó una caída de 18.083 empleadores.
El informe provincializado del SIPA revela que la mayoría de las jurisdicciones tuvo desempeños negativos, aunque con variaciones mensuales y anuales. En julio solo cinco provincias mostraron mejora respecto del mes anterior: Santiago del Estero (+1,2%), Mendoza (+0,4%), Tucumán (+0,2%), San Juan (+0,2%) y Neuquén (+0,1%). En tres provincias el empleo se mantuvo estable (Chaco, Catamarca y La Pampa) y dieciséis registraron caídas; las más leves se observaron en Santa Fe, Salta, Buenos Aires y Córdoba (-0,1%) y las más agudas en Chubut y Santa Cruz (-1,2%).
En la comparación interanual, la mitad de las provincias presentó aumentos en julio, encabezadas por Formosa (+4,7%), San Juan (+3,6%) y Santiago del Estero (+1,9%). En contrapartida, Santa Cruz (-9,1%) y Chubut (-8,0%) sufrieron las caídas más pronunciadas.
Al analizar la recuperación respecto de noviembre de 2023, veinte jurisdicciones aún no alcanzan el volumen de empleo previo: Corrientes registra la menor brecha (-0,3%), mientras que Catamarca (-8,5%), La Rioja (-10,8%) y Santa Cruz (-14,7%) exhiben las mayores reducciones.
El sector de la construcción se posiciona como el más golpeado, impactando tanto en el empleo directo como en la dinámica de proveedores y empresas constructoras. No obstante, algunos distritos logran atenuar el deterioro mediante iniciativas locales: en Tucumán, la activación de programas con financiamiento provincial contribuyó a recuperar actividad en la industria del ladrillo. En varias provincias, la inversión pública impulsó recuperaciones parciales en comercio y construcción, mientras que sectores como el azucarero, citrícola y metalúrgico sostuvieron niveles relativos de empleo.
Otras ramas enfrentan desafíos persistentes. La industria textil, si bien en muchos casos no redujo planteles, mantiene análisis permanentes sobre su dotación y aplica suspensiones de turnos por la caída del consumo y la competencia importada derivada de la apertura de las importaciones. Casos puntuales de suspensiones productivas, como la reducción de turnos en la planta de Scania por falta de demanda, ilustran la fragilidad de ciertos eslabones industriales.
En síntesis, los datos del SIPA muestran un mercado laboral fragmentado: algunas provincias y sectores logran adaptarse y crecer, incluso en un contexto de restricciones, mientras que otras regiones y ramas productivas siguen acumulando pérdidas que repercuten en el tejido empresarial y en la dinámica del empleo formal.