Viñateros de Mendoza atraviesan la peor crisis y afirman que su mercado está destruido
La Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM) advirtió que el sector atraviesa una situación sin precedentes y solicitó medidas urgentes para evitar el quiebre del productor primario. A través de un comunicado, en el que aseveraron que "miles de familias viñateras están al borde de la desaparición", denunciaron que los costos se dispararon, la uva vale menos que en 2024 y que las bodegas pagan por debajo del costo real. Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), entre enero y septiembre las exportaciones disminuyeron un 6,3%.
La AVM, entidad que preside el empresario Eduardo Córdoba, emitió un comunicado en el que advirtió que el sector atraviesa "una de las peores crisis de rentabilidad que hayamos vivido en décadas". El documento denunció la falta de respuestas del Estado, la presión impositiva y la destrucción del mercado de la uva, que dejó sin rentabilidad a productores grandes, medianos y pequeños. "La ecuación del productor primario ya no cierra. Durante este ciclo 2024/2025 los costos se dispararon de manera insostenible: mano de obra, agroquímicos, fertilizantes, energía, transporte, impuestos y tasas, todo subió menos la uva", se señaló.
"Hoy, miles de familias viñateras están al borde de la desaparición. Hay fincas abandonadas, gente sin trabajo, casas que se caen, jóvenes que se van del campo porque ya no encuentran futuro. La vitivinicultura está dejando de ser un camino de vida. Se están paralizando tareas culturales, se frena la inversión en renovación de plantas y se compromete el empleo de más de 100.000 trabajadores rurales, entre temporarios y permanentes", describió la AVM como escenario del impacto de la crisis.
La entidad aportó datos al detallar que la energía y el riego aumentaron más del 100%, la mano de obra de cosecha un 115%, los fletes subieron un 95% y las tasas e impuestos entre un 50 y un 250%. A lo que le sumó el impacto del esquema tributario que, según la asociación, "es confiscatorio porque el Estado se queda con el 57,1% del excedente puro de una finca productiva". "Esto no es solo un problema económico. Es una crisis estructural que afecta al tejido social de Mendoza. Porque cuando cae el viñatero, se debilita todo el entramado rural: el pueblo, la escuela, el almacén, el trabajador, la cultura local, la tradición", manifestó el comunicado.
Para cerrar, la AVM sostuvo que "si queremos que Mendoza siga siendo la capital mundial del vino, primero debemos cuidar a quienes producen la uva. Sin productor primario no hay vino. Y sin vino, no hay turismo, no hay economía regional, no hay Mendoza". / Ámbito