“Yo bailaba adagio con Marcelo Tinelli”, le asegura Wanda Nara a su estilista, Kennys Palacios, mientras de fondo se escuchan los primeros acordes de Mi soledad y yo, legendario tema de Alejandro Sanz. E insiste: “Filmame”. Es que, sabiendo que el cuerpo tiene memoria, la empresaria estaba segura de que iba a poder lucirse con la danza como en el 2011, cuando participó del Bailando por un sueño en ShowMatch. Sin embargo, nada salió como ella había imaginado.

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Vestida con pantalón de jogging negro, remera naranja y gorrita con visera, Wanda le propone a su compañero una “improvisación” mientras se acerca a él con paso firme. Entonces lo toma de las manos, hace una vuelta de 360 grados a su alrededor. Y, cuando Kennys le advierte que “eso no es adagio”, no duda en levantar una de sus piernas para ponerla en el hombro del estilista. Pero pierde el equilibrio y queda a un paso de desplomarse. 

No obstante, Wanda insiste envolviéndose con un giro entre el brazo de Palacios, para luego hacer una caída de costado. Pero el estilista, sorprendido por el movimiento, no logra contenerla y la empresaria termina cayendo pesadamente sobre el piso. “¡Sos un bolu...! ¡Tenías que agarrarme fuerte!”, le reprocha ella en medio de una carcajada mientras se incorpora.

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Lejos de amedrentarse, Wanda vuelve a la carga con otros pasos de manos más simples. “¿Vos no bailabas lento?”, le pregunta a Kennys mientras lo sigue guiando en sus pasos. Y él le explica que no. Pero ella hace una pirouette y se arroja a sus brazos sin que el estilista llegue a reaccionar, por lo que nuevamente vuelve a caer, esta vez, de cara al suelo.

Recientemente, Nara anunció que está trabajando en un nuevo emprendimiento relacionado con la indumentaria, tras haber incursionado en el rubro de los trajes de baño. Incluso, el año pasado aprovechó su viaje a la Argentina para presentar su propia línea de cosméticos, con la que abrió su local en Buenos Aires, en el shopping del Abasto. “Se viene lingerie WN”, escribió la rubia en el epígrafe del video en el que se la ve en corpiño, sobre su cama y con un gesto sensual y sugerente. Fue la manera que utilizó para avisar que se va a dedicar al rubro de las prendas íntimas femeninas