Se cumplen dos años del fallecimiento de Silvina Luna: el reclamo de justicia
Este domingo se cumple un nuevo aniversario de la partida de la modelo y actriz rosarina; su círculo íntimo la recuerda con amor, mientras la investigación judicial sigue sin avances.
Este domingo se cumplieron dos años del fallecimiento de Silvina Luna, actriz, modelo y figura reconocida del espectáculo argentino. Su muerte, ocurrida en 2023 a los 43 años, conmovió profundamente al país.
La rosarina, que alcanzó la popularidad tras su participación en Gran Hermano 2, construyó una carrera sólida en televisión, teatro y medios, y su historia personal quedó marcada por una larga y dolorosa lucha contra las secuelas de una mala praxis médica.

Una cirugía que cambió su destino
El origen de los problemas de salud de Silvina comenzó en 2011, cuando se sometió a una intervención estética que le provocó una hipercalcemia y posteriormente una insuficiencia renal crónica. Durante más de una década, su vida estuvo atravesada por tratamientos, diálisis, internaciones y la esperanza de recibir un trasplante de riñón.
La actriz habló públicamente sobre su situación en varias oportunidades, convirtiéndose en una voz que denunció los peligros de las cirugías invasivas y los estándares de belleza impuestos.
Su internación final comenzó en junio de 2023. A pesar de algunos signos de mejoría, su estado general se fue deteriorando hasta su fallecimiento el 31 de agosto, tras 79 días de internación en el Hospital Italiano de Buenos Aires.
Un adiós rodeado de amor
Durante sus últimos días, Silvina estuvo acompañada por su círculo más íntimo: su hermano Ezequiel, amigas muy cercanas y personas que la cuidaron con devoción. Fue una despedida serena, marcada por gestos de cariño, oraciones y una aceptación dolorosa pero consciente de que su cuerpo ya no podía más.
Quienes estuvieron a su lado recuerdan esos momentos con un amor inmenso, afirmando que Silvina "ya había entregado todo lo que podía dar" y que su descanso era, en cierto modo, una liberación después de tanto sufrimiento físico.
Homenajes que no se detienen
Desde su partida, la figura de Silvina Luna ha sido homenajeada en múltiples ocasiones. En 2024, al cumplirse un año de su muerte, familiares, colegas y amigos participaron de una misa en su memoria. El encuentro fue íntimo, cargado de emoción y recuerdos compartidos.
También, en cada aniversario de su nacimiento —el 21 de junio— sus seres queridos la recuerdan con mensajes emotivos, publicaciones en redes sociales y pequeños actos simbólicos que mantienen viva su memoria. Para muchos, Silvina representa la ternura, la sensibilidad y la fortaleza.
Justicia demorada
A pesar de la gravedad del caso, la causa judicial que investiga las responsabilidades por su muerte sigue sin resolverse por completo. El médico que realizó la operación estética en 2011 fue condenado por lesiones graves en una causa anterior, pero la investigación sobre su posible responsabilidad directa en el fallecimiento de Silvina aún no arrojó resultados concluyentes.
La autopsia confirmó la presencia de materiales sintéticos en su cuerpo, pero no logró determinar de manera irrefutable que estos fueran la causa única de su deceso. La familia sigue reclamando justicia, en medio de un proceso lento y complejo.
El impacto de su historia
Más allá de su carrera artística, Silvina dejó una huella en la cultura popular argentina por su valentía para exponer su fragilidad. Habló abiertamente sobre su enfermedad, sobre el dolor, sobre la presión estética, y lo hizo sin victimizarse. Fue una mujer que eligió dar testimonio, aún en la adversidad.
Su historia generó un debate social importante sobre los riesgos de los procedimientos estéticos, el rol de los médicos, y el imperativo de hablar con responsabilidad sobre la salud física y emocional. Muchas personas —especialmente mujeres— se sintieron identificadas y acompañadas por su relato.

Un legado que sigue vivo
A dos años de su partida, Silvina Luna es recordada como una figura luminosa, talentosa y sensible. Su lucha no fue en vano: sirvió para visibilizar problemáticas que, muchas veces, son silenciadas. El recuerdo de su sonrisa, su presencia en la pantalla y su forma de afrontar la vida siguen resonando en quienes la conocieron o la siguieron a lo largo de los años.
Sus familiares y amigos mantienen viva su memoria con el deseo de que su caso sirva para generar conciencia, impulsar cambios en la legislación médica, y acompañar a otras personas que atraviesan situaciones similares.
Silvina Luna no solo fue una celebridad del mundo del espectáculo. Fue también una mujer que se animó a mostrar su vulnerabilidad y convirtió su experiencia personal en una causa colectiva. Su partida dejó un vacío inmenso, pero también una semilla de reflexión que sigue creciendo.
A dos años de su fallecimiento, su nombre sigue presente, no como símbolo del dolor, sino como emblema de verdad, coraje y humanidad.