En respuesta a la aparición de un brote de gripe aviar en una granja ubicada en Montenegro, Brasil, el gobierno argentino ha decidido suspender las importaciones de productos y subproductos avícolas provenientes de dicho país. Esta decisión, adoptada como medida preventiva, tiene como objetivo principal evitar la introducción del virus en el territorio nacional. La distancia geográfica de aproximadamente 600 kilómetros entre la granja afectada y la frontera argentina no ha sido considerada suficiente para minimizar el riesgo de contagio. 

El impacto de esta suspensión se extiende más allá de las fronteras argentinas, ya que Brasil, reconocido como el principal exportador mundial de carne de pollo, enfrenta restricciones de comercio significativas. En adición a Argentina, otros grandes mercados como China han implementado prohibiciones similares a las importaciones de productos avícolas provenientes de la región afectada en el sur de Brasil. Esta situación genera preocupaciones sobre las repercusiones en la economía y en la industria avícola de Brasil. 

Argentina suspendió las importaciones avícolas desde Brasil tras un brote de gripe aviar

Desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), se ha aclarado que, a pesar de las restricciones generales, las importaciones de aves jóvenes y huevos fértiles seguirán permitidas siempre que provengan de zonas oficialmente libres de la enfermedad. Esta medida busca garantizar la seguridad sanitaria sin interrumpir completamente el flujo de productos avícolas que cumplen con los estándares de calidad y sanidad necesarios.

 El ministro de Agricultura de Brasil, Carlos Favaro, ha informado sobre la suspensión de las importaciones de pollo brasileño por parte de China durante un período de 60 días, aunque los envíos ya en tránsito hacia otros mercados no se verán afectados. A su vez, las autoridades brasileñas han implementado un protocolo sanitario riguroso en la granja afectada, que incluye la eliminación de aves y la creación de una zona de vigilancia de 10 kilómetros, donde se realizarán investigaciones para detectar posibles nuevos focos de contagio.