La noche del miércoles, un trágico suceso sacudió el centro de Washington D. C., cuando dos empleados de la embajada israelí fueron asesinados a tiros cerca de un museo judío. Este violento ataque, que tuvo lugar en un contexto de creciente preocupación por la seguridad de la comunidad judía, ha generado una rápida condena y un llamado a la reflexión sobre el antisemitismo en Estados Unidos.

El ataque ocurrió alrededor de las 9 de la noche, durante un evento organizado por el Comité Judío Americano en el Museo Judío de la capital. La jefa de la Policía Metropolitana, Pamela Smith, informó que un hombre fue visto merodeando alrededor del museo antes de acercarse a un grupo de cuatro personas que salían del evento, abriendo fuego sin previo aviso. Las víctimas fueron identificadas como Yaron Lischinsky, de 28 años, y Sarah Milgrim, ciudadano estadounidense, quienes formaban parte del cuerpo diplomático israelí. Lischinsky se encontraba en Washington con la intención de proponerle matrimonio a Milgrim, un detalle que añade una capa de tragedia a este ya de por sí horroroso incidente.

Tras el ataque, el sospechoso fue detenido en el interior del museo por el personal de seguridad. Según informes, el agresor, identificado preliminarmente como Elías Rodríguez, de 30 años y oriundo de Chicago, habría expresado consignas relacionadas con Palestina mientras estaba bajo custodia. Aunque algunos han intentado vincularlo con el Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL), las autoridades no han confirmado tales conexiones. Se ha mencionado que Rodríguez había participado en protestas organizadas por este grupo en el pasado, pero no hay evidencia clara que relacione al PSL con el ataque en sí.

Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, víctimas mortales del ataque en Washington.

La respuesta pública al ataque fue inmediata. Desde el ámbito político, el presidente Donald Trump se manifestó en redes sociales, condenando el acto como un crimen motivado por el antisemitismo y ofreciendo condolencias a las familias afectadas. Además, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció que se estaba llevando a cabo una investigación activa sobre el incidente y pidió a los ciudadanos que oraran por las víctimas.

Doble asesinato en Washington: "Hacer daño a la comunidad judía es cruzar una línea roja"

Los eventos se desarrollaron en un contexto de creciente preocupación por la seguridad de la comunidad judía en Estados Unidos. El ataque, calificado por algunos funcionarios como un acto de terrorismo antisemita, resalta la importancia de la vigilancia y la acción frente a la violencia motivada por el odio. Ted Deutch, director ejecutivo del Comité Judío Estadounidense, expresó su devastación ante el acto de violencia, enfatizando que la atención debe estar centrada en las víctimas y sus familias.

Las autoridades investigan si el tiroteo tuvo motivaciones de odio contra la comunidad judía. (REUTERS/Jonathan Ernst)

Desde la ONU, el embajador israelí Danny Danon también condenó el ataque, subrayando que agredir a la comunidad judía es cruzar una línea roja y expresando su confianza en que las autoridades estadounidenses tomarán medidas adecuadas contra los responsables. En paralelo, el funcionario del FBI en Washington, Steve Jensen, describió el tiroteo como un crimen atroz y confirmó que se están investigando posibles vínculos con el terrorismo y motivaciones de odio.