Avalancha de lodo en India: cuatro muertos y más de cien desaparecidos
En Dharali, los equipos de rescate se encuentran en una intensa labor para localizar a las personas desaparecidas, ya que el lodo, que ha llegado a alcanzar profundidades de hasta 15 metros, ha ocasionado el colapso de varios edificios tras un repentino aguacero.
En el pueblo de Dharali, ubicado en el distrito de Uttarkashi en el estado de Uttarakhand, India, se ha producido una situación de emergencia debido a inundaciones repentinas provocadas por intensas lluvias. El martes, un torrente de lodo y agua descendió por un estrecho valle montañoso del Himalaya, sorprendiendo a los residentes y causando la pérdida de al menos cuatro vidas, mientras que alrededor de cien personas permanecen desaparecidas, según lo informado por las autoridades estatales y federales. El ministro de Estado de Defensa, Sanjay Seth, comunicó a la agencia de noticias Press Trust of India (PTI) que se trata de una situación grave, indicando que “hemos recibido información que indica que hay cuatro muertos y alrededor de 100 personas desaparecidas. Rezamos por su seguridad”.
Las imágenes difundidas por medios locales mostraron cómo ríos de agua fangosa arrastraban casas y tiendas, mientras que algunos habitantes intentaban escapar de la oleada de escombros. Prashant Arya, un funcionario administrativo de la región, detalló que aproximadamente doce hoteles fueron arrastrados y varias tiendas se derrumbaron. En respuesta a la emergencia, el ejército indio, junto con policías y rescatistas, inició rápidamente acciones de búsqueda de desaparecidos y evacuación de quienes quedaron atrapados bajo los restos de los edificios colapsados. Inicialmente, se desplegaron 150 soldados del ejército, quienes lograron rescatar a unas 20 personas en las primeras horas posteriores a la tragedia.
El comandante de la Fuerza Estatal de Respuesta a Desastres, Arpan Yaduvanshi, informó que en algunos puntos el lodo alcanzó hasta 15 metros de profundidad, cubriendo por completo varios edificios en la localidad. En este contexto, el Departamento Meteorológico de la India emitió una alerta roja por lluvias “extremadamente intensas”, y se pronosticaron más precipitaciones para los días siguientes. El primer ministro de India, Narendra Modi, expresó sus condolencias y aseguró que “no se está escatimando ningún esfuerzo para prestar asistencia” a los afectados.
Por su parte, el ministro principal del estado de Uttarakhand, Pushkar Singh Dhami, añadió que las agencias de rescate trabajan “a toda máquina” para salvar vidas, explicando que la inundación fue consecuencia de un “aguacero” repentino e intenso. La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de la India (NDMA) solicitó el despliegue de tres helicópteros para apoyar las labores de rescate, dado que el terreno montañoso y las adversas condiciones meteorológicas complican el acceso a algunas áreas. Ante la previsión de lluvias continuas, las autoridades también ordenaron el cierre de escuelas en varios distritos, incluidos Dehradun y Haridwar. Esta región ha experimentado un aumento tanto en la frecuencia como en la gravedad de inundaciones y deslizamientos de tierra, sobre todo durante la temporada de monzones que se extiende de junio a septiembre. Expertos en gestión ambiental señalan que parte de este incremento puede atribuirse al cambio climático y al desarrollo urbano no controlado en áreas propensas a desastres, como las que se encuentran en los Himalayas.
En el año 2013, Uttarakhand enfrentó una tragedia similar, en la que lluvias intensas causaron la muerte de más de 6.000 personas y afectaron a 4.500 aldeas. Un informe de 2023 del Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de las Montañas advirtió que al menos 200 de los más de 2.000 lagos glaciares de la región podrían desbordarse y causar inundaciones catastróficas río abajo. En 2024, la Base de Datos de Eventos de Emergencia de la Universidad de Louvain registró 167 desastres en Asia, la cifra más alta entre todos los continentes, que incluyó tormentas, inundaciones, olas de calor y terremotos, ocasionando pérdidas que superan los 32.000 millones de dólares. Las autoridades continúan con las labores de búsqueda y rescate en Dharali, mientras que la población permanece en alerta ante la amenaza de nuevas precipitaciones y posibles deslizamientos de tierra en la región montañosa del Himalaya.