Decenas de delegados de diversos países se pusieron de pie y abandonaron la sala cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu comenzó su intervención en la Asamblea General de la ONU, en una protesta explícita por la ofensiva en la Franja de Gaza. Al momento de su discurso, el recinto quedó prácticamente vacío; una de las pocas delegaciones que permaneció fue la argentina.

Durante varios minutos se escucharon pedidos de "¡Orden!, ¡orden en el recinto!, ¡orden!", proferidos por el presidente del debate mientras golpeaba su martillo para restablecer el trámite del plenario. Impávido, pero contrariado, Netanyahu esperó entre abucheos y gritos la reanudación de su alocución, mientras muchas delegaciones oficiales se retiraban en señal de boicot.

Benjamín Netanyahu tuvo que iniciar su discurso ante la ONU entre abucheos y retiro de delegaciones

El contexto de la protesta incluye la continuada campaña militar en Gaza, la obstrucción de ayuda humanitaria y las amenazas de anexión de territorios palestinos, factores que han tensado las relaciones en el foro mundial. Durante su intervención, Netanyahu afirmó que su mensaje se estaba retransmitiendo "en vivo con altavoces en Gaza y en los teléfonos móviles de los gazatíes" y sentenció: "Israel debe terminar su trabajo en Gaza".

El primer ministro reafirmó también que Israel no reconocerá un Estado palestino: "Es una locura y no lo haremos", dijo, y añadió que reconocimientos de ese tipo equivaldrían a cometer un "suicidio nacional". Además calificó a la Autoridad Palestina como "corrupta hasta la médula", en un contexto en el que varios países occidentales han avanzado en el reconocimiento diplomático de Palestina.