El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia ha oficializado la inscripción de nueve candidaturas para las elecciones programadas para el 17 de agosto. Sin embargo, entre estas postulaciones no se encuentran las de dos figuras prominentes en el ámbito político boliviano: el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, considerado uno de los principales favoritos según diversas encuestas, y el expresidente Evo Morales

En este contexto, se anticipa que el próximo miércoles 21 de mayo, un tribunal en Beni examinará una medida cautelar que ha sido emitida para suspender el registro de las candidaturas del Movimiento Tercer Sistema (MTS). Este partido sostiene la coalición Alianza Popular, bajo la cual se postula Rodríguez, quien ha sido calificado como un antiguo protegido de Morales. 

Rodríguez ha expresado su preocupación en sus redes sociales, afirmando: "Están jugando con fuego. Están poniendo en grave riesgo las elecciones generales". Su declaración ha generado un eco en el ámbito político, recibiendo el apoyo de diversas organizaciones mineras y sindicatos que han manifestado su intención de movilizarse si se obstaculiza su inscripción. Por otro lado, Evo Morales ha reiterado en plataformas digitales que su candidatura fue presentada en los plazos establecidos. No obstante, miembros de su propio partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), han denunciado que no pudieron realizar la inscripción a tiempo debido a la falta de personalidad jurídica del partido

Esta situación ha llevado a Morales a buscar refugio en el Partido de Acción Nacional Boliviano para poder presentarse a las elecciones, tras haber sido expulsado del MAS, un partido que ha enfrentado una crisis interna significativa en los últimos meses, incluyendo la renuncia del actual presidente, Luis Arce, a buscar la reelección. 

El panorama electoral en Bolivia se presenta tenso y lleno de incertidumbres, con diversas facciones políticas disputando un espacio en un contexto de cambios y reconfiguraciones. La situación actual refleja no solo las luchas internas dentro de los partidos, sino también las dinámicas sociales y económicas que influyen en el clima político del país.