La Comisión Europea puso en marcha este miércoles (03.09.2025) el proceso de ratificación del acuerdo comercial con los países del Mercosur, que enfrenta la reticencia de Francia y tendrá que ser aprobado por los 27 países del bloque y por el Parlamento Europeo.

El Ejecutivo europeo validó el acuerdo comercial con el bloque sudamericano y prometió garantías «sólidas» para proteger el sector agrícola, muy crítico con el pacto.

La adopción por parte de los comisarios europeos es el primer paso antes de someter este tratado de libre comercio a los Estados miembros y a los eurodiputados en los próximos meses.

Según una fuente europea, Bruselas quiere actuar con rapidez y espera alcanzar un acuerdo con los Veintisiete antes de que termine 2025, mientras el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ocupe la presidencia rotatoria del Mercosur.

Este acuerdo debe permitir, entre otras cosas, que la Unión Europea exporte más automóviles, maquinaria y bebidas alcohólicas a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

A cambio, facilitaría la entrada de carne, azúcar, arroz, miel o soja latinoamericanos, con el riesgo de debilitar algunos sectores agrícolas europeos.

Para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, «se trata de un acuerdo beneficioso para todas las partes, con ventajas significativas para los consumidores y las empresas» de ambos continentes.

Lula espera que el acuerdo se firme este año

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles que la decisión de la Comisión Europea permitirá que el acuerdo se firme este mismo año.

«Hasta el final del año, en nuestra presidencia del Mercosur, firmaremos este acuerdo que beneficiará a productores y consumidores del Mercosur y de la Unión Europea», afirmó el mandatario brasileño en un mensaje publicado en sus redes sociales.

Sin embargo, desde que concluyeron las negociaciones en diciembre, los sindicatos de agricultores europeos se han mostrado muy críticos.

Dos sindicatos agrícolas de Francia, FNSEA y JA, aseguraron este miércoles que el acuerdo sigue siendo «tóxico» y pidieron al presidente Emmanuel Macron «expresar públicamente su clara oposición a este acuerdo».

Francia ha reiterado desde hace años su oposición a ese proyecto de tratado, que considera una amenaza para su producción de reses, aves, azúcar y biocombustibles, al tiempo que reclama medidas suplementarias de protección. / DW