Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera mujer presidente de México
Fue electa en los comicios más grandes de la historia del país, en medio de una fuerte violencia política. Sucederá a su mentor político y actual mandatario
El poder en México ya tiene cara de mujer: Claudia Sheinbaum fue elegida Presidente tras vencer a los candidatos Xóchitl Gálvez Ruíz y Álvarez Máynez. Será la primera mujer de la historia de México que ocupe el Palacio Nacional, y el próximo 1 de octubre sucederá a Andrés Manuel López Obrador.
La presidenta electa de México estaba en su bunker de campaña cuando el anuncio oficial confirmó que su sueño político y personal se había cumplido. Sheinbaum consolida así un proyecto de poder de izquierda en México que inició AMLO con su propia presidencia en 2018.
La alianza ganadora “Sigamos hacienda historia” -que incluye a Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México- no sólo venció en la carrera presidencial: también reforzó sus mayorías en el Senado y la Cámara de Diputados, una variable del poder institucional que facilitará la agenda de Estado de Claudia Sheinbaum.
Claudia Sheinbaum, del mundo científico a la presidencia de México
Más allá de su ideología, Sheinbaum tiene un punto de cercanía con el presidente argentino. Es miembro del pueblo judío, al que Milei se ha aproximado muchísimo en los últimos tiempos, con una posición de absoluto alineamiento con Israel en la guerra de Gaza.
La presidenta electa nació en la Ciudad de México en 1962. Tiene dos hijos y un nieto. Está casada en segunda nupcias con Jesús María Tarriba, especialista en riesgos financieros del Banco de México y su novio en sus épocas universitarias.
Sheinbaum es licenciada en Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y obtuvo una maestría y un doctorado en Ingeniería en Energía. A lo largo de su carrera académica obtuvo enormes logros. De hecho, fue una de las ganadoras del Premio Nobel de la Paz 2007 por su trabajo en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU.
Entonces, contribuyó junto a 600 colegas en una serie de informes para difundir un mayor conocimiento sobre el cambio climático y enfrentar esa problemática que amenaza al planeta. En ese rol, lideró un grupo de trabajo que escribió un capítulo del reporte final. El Premio Nobel fue otorgado finalmente a la organización.
Además, ha dedicado gran parte de su vida académica a la enseñanza universitaria, con énfasis en el estudio de las energías renovables y el calentamiento global. Entre sus pares, es reconocida como una científica brillante y por su visible sobriedad. Ella misma se define como “mujer, madre, abuela y científica”.
Pero en forma paralela a su carrera académica, Shinbuam tuvo una activa militancia política. Comenzó a participar en el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) y fue una de las fundadoras del Partido de la Revolución Democrática (PRD, hoy en la oposición) y más tarde del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), liderado por López Obrador.
Siempre al lado del presidente saliente, en el año 2000, asumió su primer cargo público como secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal, cuando su mentor político era el alcalde de la capital mexicana.
Tras su breve paso por la actividad pública, regresó a su trabajo científico, con una estancia de algunos años en Estados Unidos en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU. Luego, Shinbaum volvió a México y retomó su carrera política.
Sus detractores la tildan de una mujer fría y calculadora, aunque ella se esforzó por sonreir durante la campaña y hasta se animó a publicar videos con un toque de humor en tiktok. Ahora, tendrá que enfrentar serios desafíos como la grave crisis de seguridad con el creciente poder del narcotráfico, la situación migratoria que enfrenta al país con Estados Unidos y serias deficiencias sociales, en especial en las áreas de salud y educación. Pero también el insuficiente crecimiento económico de los últimos años, con un promedio de 2% anual.