Comienza una etapa clave del juicio contra Bolsonaro por intento de golpe de Estado
La Corte Suprema de Brasil inicia este martes una serie de sesiones extraordinarias para definir el futuro judicial del expresidente. Bolsonaro enfrenta cargos que podrían costarle hasta 40 años de prisión.
Con tobillera electrónica, bajo arresto domiciliario y estricta vigilancia por riesgo de fuga, el expresidente Jair Bolsonaro aguarda un fallo histórico en su contra. La Corte Suprema de Brasil comienza este martes a deliberar en el juicio por intento de golpe de Estado, en una causa que podría derivar en una condena de hasta 40 años de cárcel y marcar el final de su carrera política.
La Primera Sala del máximo tribunal —compuesta por cinco jueces de perfil mayoritariamente progresista— sesionará en jornadas extraordinarias con plazo hasta el viernes 12 para emitir una sentencia. El caso mantiene en vilo al escenario político brasileño y podría tener repercusiones internacionales, especialmente en la relación con Estados Unidos.
Las acusaciones
Bolsonaro, de 70 años, está imputado junto a siete exfuncionarios, entre ellos exministros y militares, por delitos graves: intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, participación en una organización criminal armada, daño calificado y deterioro de patrimonio público protegido.
Además, la justicia lo acusa de haber avalado un plan conocido como “Puñal Verde y Amarillo”, que incluía presuntamente el asesinato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y del juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, dos de sus principales adversarios políticos.
La causa se centra en los sucesos posteriores a las elecciones de 2022, que ganó Lula. Según la fiscalía, Bolsonaro impulsó un golpe cívico-militar para impedir la asunción del nuevo mandatario, lo que derivó en el ataque del 8 de enero de 2023, cuando cientos de manifestantes bolsonaristas tomaron por la fuerza las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia. Aquella jornada es considerada una de las más oscuras desde el retorno de la democracia en 1985.
El impacto político de una condena
Bolsonaro ya fue inhabilitado hasta 2030 por otra causa relacionada con abuso de poder y la difusión de información falsa sobre el sistema electoral. Sin embargo, una condena por golpismo sellaría su retiro definitivo de la política, salvo que un eventual futuro gobierno de derecha impulse una amnistía, como piden sus seguidores.
“Una sentencia condenatoria provocaría una crisis interna en la derecha”, explicó el analista político Fernando Guarnieri, de la Universidad de San Pablo. “Bolsonaro es el principal líder del sector. Si va preso, será difícil que transfiera su capital político a otro candidato”, agregó.
En ese contexto, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva podría verse beneficiado. “Una derecha fragmentada facilitaría su camino hacia la reelección”, sostuvo Guarnieri. Lula, que hoy tiene 79 años, ya confirmó que buscará un nuevo mandato en 2026 si su estado de salud se lo permite.
“Para ser candidato tengo que estar 100% saludable. No quiero repetir lo que ocurre con (Joe) Biden. Si me presento, será para ganar”, afirmó Lula recientemente.
¿Quién hereda el liderazgo de la derecha?
Con Bolsonaro fuera del juego, el gobernador de San Pablo, Tarcísio Gomes de Freitas, aparece como el nombre mejor posicionado dentro del bolsonarismo. Según encuestas, sería el único capaz de vencer a Lula en una eventual segunda vuelta. De Freitas ya anticipó que, si llega a la presidencia, impulsará una amnistía para su mentor político.
Otros posibles herederos del liderazgo derechista son la esposa de Bolsonaro, Michelle, y sus hijos Eduardo y Flavio, aunque con menor intención de voto. Sin embargo, podrían contar con la bendición del líder del clan, incluso desde prisión.
Mientras tanto, la Corte Suprema de Brasil define el futuro de Jair Bolsonaro, en un proceso que podría redefinir no solo su destino personal, sino también el equilibrio político de América Latina.