Cónclave: cómo se realiza la elección del nuevo Papa
Este miércoles 7 de mayo inicia el cónclave en la Capilla Sixtina, con el fin de elegir al próximo papa que reemplazará a Francisco.
Tras la muerte de Francisco el 21 de abril, la administración del Vaticano reunió a todos los Cardenales en una misa privada dentro de la basílica de San Pedro, brindada por el decano del Colegio Cardenalicio. Luego, cantaron el “Veni Creator” en la Capilla Paolina para invocar al Espíritu Santo para la elección.
Lo que sigue es el tercer paso: reunirse a puertas cerradas en la Capilla Sixtina para comenzar el cónclave. Esta reunión “se establece a los 15 días después de la vacante de la Sede Apostólica, aunque el Colegio de Cardenales puede establecer otra fecha, que no puede retrasarse más de 20 días desde la vacante”, afirma la ACI Prensa. Como residencia de los Cardenales, se toma el Domus Sanctae Marthae para que los religiosos descansen.
¿Quiénes participan del Cónclave?
Dentro de los 133 cardenales que califican para la elección del 267º líder católico, tres de ellos revisan la votación, que es secreta, y tres de ellos la escrituran. Allí se elige a alguno de los cardenales para que tome la posición de Pontífice pero, para que eso suceda, dos tercios de los asistentes debe votar en su favor (94 cardenales, en este caso).
En la Capilla Sixtina se tapan las ventanas y los espacios abiertos y se colocan inhibidores de señal, garantizando el secretismo total.

En tanto, si no se logra un resultado en primera vuelta, “el artículo 74 prevé que, si después de 24 escrutinios los Cardenales no consiguen ponerse de acuerdo sobre el Cardenal elegido, podrán decidir por mayoría absoluta el modo de proceder, pero nunca se deberá prescindir del requisito de exigir mayoría simple para que sea válida la elección”, explica la ACI Prensa.
La manera final de anunciar la elección es con la fumata blanca que se desprende desde una de las chimeneas. El color blanco del humo significa que se determinó un nuevo Papa, y el negro, cuando esto no ocurrió.
Una vez que el nuevo sumo pontífice acepte el resultado del sufragio, tiene que determinar el nombre que adoptará desde ese entonces. Finalmente, el protodiácono anuncia desde el balcón central de la basílica de San Pedro la elección diciendo “Habemus Papam”. Por último, el papa electo sale a dar un discurso y una bendición especial a los fieles.